HISTORIA DE AMOR UNISEX

Se conocen bien, saben lo que deben hacer para hacer feliz a su pareja. Y mientras transpiran, gozan. Como siempre, como nunca…

—Te amo… —alcanza a susurrar Marce, justo cuando el clímax le tensa los músculos de la pelvis.

—Eso no es nada comparado con lo que siento por vos. —Asegura Gaby, con un poco más de tiempo antes de explotar en colores.

Se conocen bien porque no temen preguntarse. Se saben de memoria las respuestas, pero aún así preguntan para confirmar.

—¿Qué querés que haga ahora…?

—Acariciame ahí, tocame…

—¿Te gusta así?

—Me encan… —y, por suerte, no puede terminar la frase porque se ahoga de placer.

Transpiran porque hace calor, y porque no hacen nada para evitarlo. Porque les gusta lamerse y sentir ese gusto salado con un fino aroma a sexo. Y porque se conocen demasiado bien no tienen vergüenza de hacerlo.

—¿Qué querés hacer? —pregunta Gaby, prendiendo un cigarrillo.

—¿Ahora?

—Sí… es temprano, tenemos todo el día por delante.

—Quedémonos así, afuera es demasiado afuera. —Contesta Marce, haciendo gala de un enorme poder de síntesis.

Se conocen bien, saben que en no más de media hora estarán haciendo el amor como si fuese la primera vez, otra vez. Como siempre, como nunca…

Se amodorran, pero solo un momento. Se abrazan y dejan que la brisa que recorre tímidamente el departamento les seque la piel. No se mueven, no hace falta…