UN BESO ES SOLO ESO

Muchas cosas pasan en un beso.

Se me ocurre, una despedida, por ejemplo. El último contacto físico de dos personas que se quieren y deben separarse para siempre, y que atesoran ese beso más que un rostro, un olor, un nombre.

Se me ocurre, por ejemplo, una traición. Ese sabor agridulce que es la mentira besada. Ese puñal disfrazado de caricia que lastima con gusto a miel pero arde como sal.

Un beso, es solo eso. Pero muchas cosas pasan en un beso.

Un reencuentro, se me ocurre, por ejemplo. Ese instante en el que el pasado se borra de un soplido y todo es presente. Esa memoria anestesiada por el veneno del beso.

Un amor, por ejemplo, se me ocurre. Esa conversión inmediata de sentimientos ambiguos, amistades íntimas, enemistades aguerridas, en un solo e irreemplazable sentimiento, prístino. El primer contacto íntimo entre dos seres que notan en ese beso el aviso inconfundible del fin de su soledad.