CALEIDOSCOPIOS

Tomó uno de los caleidoscopios y miró. Nunca se había sentido tan excitada en su vida. Perdió la noción del tiempo, perdió el resto de los sentidos. Dentro del caleidoscopio la vida se veía como en sus sueños. Como todo lo que había deseado. Y pensó en no salir nunca más, en quedarse para siempre en esa vida de sueños de colores.

Los demás dirían que solo son cuentas de vidrio multiplicadas simétricamente por un número variable de espejos en el interior de un tubo ennegrecido. Pero ella nunca los escucharía pues ya no escuchaba. Solo soñaba. ¿Acaso los caleidoscopios no son para eso?