SABIDURÍA

Carmen pensaba que las cosas no se daban por sí solas. Carmen las buscaba, las obligaba, las perseguía. Era, como quien dice, de esas personas que siempre van para adelante, sin importar los obstáculos.

Un día, al soplar ochenta velitas, Carmen se dio cuenta de que su vida (se le) había ido demasiado rápido.

Ahora Carmen espera las cosas, las esquiva, las olvida, las perdona, juega con ellas.

Muchos dicen que Carmen está senil. Ella piensa que solo es un poco más sabia.