Lola me muerde el dedo gordo del pie. Más bien mordisquea, con esos dientes chiquititos que tiene. ¿Pensará que eso es divertido?
No importa que no le lleve el apunte, ella sigue mordisqueando… y ahora me lo lame. Los lame a todos y a mi me hace cosquillas. ¿Pensará que eso me gusta?
Hay que cortarle el pelo a Lola. No porque no me guste como se ve ahora, porque se ve realmente hermosa. Pero hay que cortárselo porque los caniches tienen que cumplir indefectiblemente su destino de perro cliché.