Agradecimientos

A Michelle: el viaje continúa, y no desearía viajar con ninguna otra persona.

A Mitch Hoffman, por el primero de muchos.

A Aaron Priest, Lucy Childs, Lisa Erbach Vanee y Nicole Kenealy, que me permiten centrarme en la escritura. Y por ser siempre muy claros conmigo.

A David Young, Jamie Raab, Emi Battaglia, Jennifer Romanello, Martha Otis y toda la gente maravillosa de Grand Central Publishing, por acompañarme en cada paso. Nuevo nombre, gente igual de fabulosa.

A David North, Maria Rejt y Katie James de Pan Macmillan, por llevarme a lo más alto al otro lado del charco.

A Grace McQuade y Lynn Goldberg, en una nueva y fantástica asociación. Gracias por vuestra dura labor. Ha valido realmente la pena.

A Shane Drennan, por tus consejos de experto. Espero haberte hecho justicia.

Debo la escena de la mesa de dados a Allí y Anshu Guleria y a Bob y Marilyn Schule. Gracias, chicos. Nos vemos en Las Vegas.

A Deborah y Lynette, la tripulación estelar de la nave Enterprise.

Y a millones de fans del Camel Club por ver luz allá donde otros sólo vieron oscuridad.