Geografía política
El mundo, por aquellos días, estaba dividido políticamente en esta forma: Soria, Tecnocracia, Unión Soviética, Califato de Córdoba, Chanchín del Sur, Chanchín del Norte, Protelia, Protonia Occidental, Protonia Oriental, Chanchelia, Dervia, Goria, Garduña, Musaraña, Cataluña, Baskonia, y un dilatado territorio, tierra de nadie, casi tan grande como Cataluña, al cual todos denominaban «Selvas».
Se suponía que fuera de este mundo conocido, más allá, en las Tierras Ignotas, existían otros territorios, fantásticos y llenos de riquezas. Fuera o no cierto, el hecho es que nadie se molestó en averiguarlo. Todos los países tenían ya suficiente con el odio de entre casa. Buscar nuevos enemigos les parecía absurdo, dado el precario equilibrio del mundo conocido. Ya habría tiempo para el ganador —de la inevitable guerra mundial que se avecinaba—, si es que en otro sitio algo valía la pena.
En ese momento había hostilidad franca y declarada entre dos Estados: Chanchín del Norte y Chanchín del Sur. La guerra era total. Por lo demás, varios países intervenían abiertamente en el conflicto: Rusia aportaba ayuda militar e instructores a Chanchín del Norte, en tanto que Soria[15] enviaba soldados. Por su parte la Tecnocracia usaba a Chanchín del Norte como polígono de tiro de su Fuerza Aérea, de sus cañones de largo alcance, proyectiles balísticos, bombas de lepra y otras. También mandaban soldados a Chanchín del Sur para apuntalar a su tambaleante gobierno. Además la Tecnocracia, en otra zona de guerra, combatía con sus tropas contra los guerrilleros nordchanchinitas que se infiltraban en el Califato de Córdoba desde Chanchín del Norte, vía Protelia.
En realidad todo el mundo probaba sus nuevas armas en los frentes de lucha, preparándose para la guerra verdadera entre tecnócratas, soviéticos y sorias, que podía declararse en cualquier momento.
Soria y Tecnocracia, con una larga frontera común, tenían autoridad sobre una ciudad dividida en mitades iguales —Teknoria— que era donde vivía Personaje Iseka al comienzo de esta obra. La pensión, que él compartía con los dos hermanos Soria, era el punto medio de todos los medios, ubicado con teodolito. El Mojón Maestro divisorio fue construido en común entre sorias y tecnócratas, habiendo labrado cada uno su parte, y estaba colocado sobre la azotea de la referida pensión, exactamente en el centro de las diagonales del cuadrado. A su vez, bajando una perpendicular desde el monolito, ella caía en el interior de la pieza común descripta al principio. Tanto a isekas como a sorias construir ese mojón les costó más que la creación de toda la red telefónica de una provincia. Porque se odiaban. Pero durante unos minutos debieron trabajar juntos. Fue inevitable.