Otros procesados por el contrabando de fósforos a pilas
La Monitoria de las Lenguas, ya absolutamente enloquecida, publicó libros, folletos y folletones, referidos al tema del contrabando y los plagiarios de patentes. El lenguaje utilizado por momentos era delirante. Daremos algunos ejemplos dispersos: «Formas para detectar los artilugios de los sorias, sacerdotisas, derviches y santones exateístas, naricerarios, orejanos, cularios, izquierda y derechapernarios, etcétera, dedicados al contrabando de fósforos a pilas y al plagio de marcas industriales y patentes». Otro: «Tan felices vivíamos —dijo la soria al soria, ahora confortablemente alojados en los sótanos forrados con plomo de las I doble E—, en las doradas épocas en que nos dedicábamos al plagio de patentes químicas, a la copia minuciosa de planos industriales en cuanto detalle y al contrabando de fósforos a pilas». Otro más: «La artista plástica Enriqueta Soria, por orden del Monitor, ha sido metida en una jaula y colgada del techo. Ahora va a tener mucho tiempo para meditar en sus sabotajes y traiciones. La referida “artista” (es una manera de decir) es dueña de una copiosa producción. Copiosa de copia, en este sentido lo decimos. Pudo detectarse que Enriqueta Plagio ocultaba por debajo de sus horribles pinturas soriáticas, con gran disimulo, planos completos de toda una petroquímica. Éstos son sus verdaderos robos, y no los del arte. Es tan mala artista que ni siquiera podría imitar a Pete Soria cuando está borracho. Ahora no hay que llamarla más Enriqueta. De ahora en adelante se denominará Vicenta: Vicenta López y Plagios». E incluso éste: «Que cada chichi detectado trabaje 10 900 horas al año, 900 por mes, 210 por semana o, se si prefiere, 30 horas diarias en las Salinas Chicas, hasta que pague lo que robó al pueblo hurtando patentes y marcas mineras, plagiando planos de procesos de la industria pesada y contrabandeando fósforos a pilas». («Chichi» era una palabra inventada por los tecnócratas. En general significaba «mala persona», pero en realidad su sentido era más amplio. Más adelante volveremos sobre el asunto.)
Porque tanto la Monitoria de las Lenguas como los tecnócratas en general hacían así casi todas sus cosas: llevándolas hasta el agotamiento. El Kratos de las Lenguas Enrique Katel, a cargo de la Monitoria mencionada, declaró públicamente: «¡Antes que mover un dedo por Julia Escuerza Equinoccio Iseka, traidora al servicio de las sacerdotisas contrabandeadoras y plagiarias, yo preferiría cogerme a un caballo muerto!». (Julia Equinoccio Escuerza era una alta funcionaría de la Monitoria caída en desgracia.)
Por pura equivocación el poeta Reynaldo Mariani Iseka fue arrestado por las I doble E y debió sostener las siguientes acusaciones:
Firma del acusado:
En ausencia del reo, quien no podía firmar por hallarse incomunicado, firmó el Infravicesubsecretario del Kratos de las Lenguas.
Más adelante las cosas llegaron a ponerse realmente muy serias para el pobre Mariani Iseka. Había una gruesa carpeta caratulada: «El Estado tecnócrata contra Reynaldo Mariani Iseka».
Nuevas acusaciones contra el poeta:
Habría escrito una poesía denominada El Minarete, en la cual exalta continuamente la fotocopia de patentes y marcas industriales, el robo de procesos de la minería, del plástico, de la fabricación de productos químicos y el contrabando de fósforos a pilas. Plagada, por lo demás, de soeces insultos contra la Tecnocracia, el Monitor y el resto de los funcionarios del Superior Gobierno. En ella, entre líneas, puede leerse un desvergonzado canto de alabanzas al Soriator, el Jefe Supremo de Soria y enemigo nuestro.
Transcribimos íntegra la poesía mencionada:
«Qué felices éramos en el minarete sobre abencerrajes, yo y los otros, antes de que viniese el maldito Monitor.
Qué felices éramos en el minarete, yo y los otros, cuando podíamos dedicarnos en paz a la copia de patentes industriales, al robo de planos de la minería, al arte de procesos del plástico, a la fotocopia de marcas químicas y al contrabando de fósforos a pilas».
(Conste en autos como semiprueba plena y plenísima).
Como ya se dijo la situación se volvió muy grave para el poeta Mozart. Lo salvó una pelea entre funcionarios, indecisos entre mandarlo a las excavaciones de tierras raras, a las Salinas Enormes, a los procesos del plástico (como materia prima, se entiende) o a un experimento científico donde se buscaría oxidarlo como si fuese un coche.
Ya que no concluían sobre si debían cortarle las uñas o arrancarle los párpados, y todo ello originó una verdadera cuestión que estuvo a punto de producir un cisma mínimo, fue pasando el tiempo.
Tenían alojado a Mariani Mozart en un calabozo estrechísimo, pero de ochenta y tres metros de alto. Esta celda era, en efecto, de un volumen de casi cien metros cúbicos. Si algún posible preguntón hubiese interrogado sobre las condiciones humanas de su encierro, inmediatamente le hubieran contestado: «Lo tratamos bien. Está en una espaciosa celda de cien metros cúbicos». Todos imaginarían, al oír esto, que el calabozo sería de cuatro por cinco por cinco.
Aquella indecisión entre funcionarios fue la salvación del poeta Mozart, según se adelantó, pues el escribiente del Infravicesubsecretario del Kratos de las Lenguas, un tal Dionisios Iseka, revisando papeles dio con uno de los poemas escritos por Mariani (muy distinto al anterior, fraguado por los funcionarios). Le gustó tanto que recurrió al Infravicesubsecretario, pidiéndole como favor especial que su causa fuese revisada y sometida a un nuevo juicio. El Infravicesubsecretario elevó el pedido al Vicesubsecretario, éste al Subsecretario, éste al Secretario y, por fin, la apelación interna arribó al Kratos Enrique Katel en persona.
El Kratos intentó leer a la disparada el mencionado poema. Comprendió que así no entendía nada. Era de lectura lenta y subliminal. Leyó entonces despaciosamente algunas frases y fragmentos:
«l ciudadano actual que despojado de la autonomía de su Ansia cooperador es en rasgar sonrisas i rasurar anhelos ajenos, unas veces, que otras, él mismo, hombre que se cree escrito con mayúscula, es el que es alaridando es ¿quién es? arrinconado es i grita.
GRITA
entonces lo trituran GRITAríen i le escupen en el saxo tenor.
…
uniforme el rostro sin verano
…
para alimento de su reptar de ciudadano,
este ciudadano que hoy regresa agrietado entre sus límites
sacudiéndose un muy viejo algo que le cuelga,
algo enmarañado que se gestó desprendiéndole una vez muy lejos atrofiándole su pueril caligrafía adolescente —fuera de su conocimiento del maranáguay i del platrío—, todo ese algo que hoy le oprime el vientre ciudadano, regurgita, amenaza estrangularlo apenas baje el párpado agotado, sueñe.»[8]
Luego de que finalizó su lectura, el Kratos comentó lacónicamente: «Es un tipo Mozart, no un soria. ¿Por qué lo encerraron?». El Secretario inició una complicada explicación que el Kracos cortó de inmediato: «Suéltenlo. Por lo demás Mariani Iseka tiene bastante razón en lo que dice. Aquí hay muchísimos funcionarios con el “rostro sin verano”. No quiero ser de los que colaboran en “rasgar sonrisas” y en “rasurar anhelos ajenos”. ¿Después con qué derecho nos quejamos si los poetas se van de la Tecnocracia? Yo ya sé que ésta es una época de ajuste, pero no hay que pasarse. Pónganlo en libertad y háganle llegar mi más vigoroso pedido de disculpas». «Así se hará de inmediato, Kratos», respondió el Secretario.