Tercera parte

Las superpotencias se comportan a menudo como dos ciegos armados que andan a tientas por la misma habitación, cada uno de los cuales se considera en peligro mortal a causa del otro, del que presume que puede ver perfectamente. Cada parte debería saber que a menudo la inseguridad, los acuerdos y la incoherencia son la esencia de la política. Y, sin embargo, cada parte tiende a adscribir a la otra una consistencia, previsión y coherencia que su propia experiencia contradice. Por supuesto, con el tiempo incluso dos ciegos armados pueden hacerse mucho daño el uno al otro, por no hablar de los daños que pueden causar en la habitación.

HENRY KISSINGER, The White House Years (1979)