Cometieron perjurio y faltaron a sus deberes de vasallaje, porque los hombres poderosos construyeron castillos y los mantuvieron contra su rey. Y luego oprimieron al sufrido pueblo de este país. No puedo describir los horrores que perpetraron contra los desgraciados habitantes, y tampoco las iglesias fueron respetadas. Ahí donde un hombre cultivaba su campo, la tierra no daba grano alguno, pues el país estaba arruinado por todos esos actos infames. Y la gente decía que Cristo y sus santos dormían.
Crónica de los anglosajones