Hace unos años, al realizar las obras de reconstrucción de una casa en el barrio granadino del Albaycín, se encontraron emparedados en un muro, 54 códices en lengua árabe y un manuscrito de varios folios de papel grueso en cursiva arábigo-andalusí.
El manuscrito narra, en primera persona, las memorias de un morisco granadino: Said ibn Ibrahim al-Garnatí, que vivió los dramáticos últimos años de la dinastía Nasrí y la conquista del reino de Granada por los Reyes Católicos; así como la cruel persecución que sufrió la comunidad mudéjar.
Granada era el último reducto del Islam en Europa. Los musulmanes habían llegado, en el año 711, a la península Ibérica y permanecieron durante ocho siglos en España.
El 2 de enero de 1492, el Emir de Granada Abu Abd-Allah Muhammad ibn Alí (Boabdil) entregó la ciudad a los reyes Isabel y Fernando; poniendo fin al reinado hispano-árabe de al-Andalus. Algunos fragmentos del manuscrito, encontrado en el Albaycín, estaban seriamente dañados por la humedad y los insectos. Sometidos a un largo proceso de restauración, y una vez ordenados y catalogados, se pudo hacer la traducción íntegra del texto y la transcripción en este libro.