13. Medios tecnológicos

En contraste con los artículos de uso doméstico descritos en el Capítulo 12, otros aparatos se emplean principalmente en entornos clínicos.

Ultrasonidos

Los estudios son poco concluyentes acerca de los beneficios de la ultrasonoterapia en la recuperación de lesiones deportivas (Anderson, s. f.). Un estudio de 2004 (Wilkin et al.) demostró que las ondas de ultrasonido no aceleran la recuperación muscular después de contusiones. De hecho, pueden provocar que el deportista vuelva a los entrenamientos demasiado pronto, porque las sensaciones mejoran en los músculos después de este tipo de tratamiento. Aparte de accidentes y caídas, los deportistas de resistencia no sufren contusiones durante el entrenamiento, pero el estudio da razones en contra del uso de ultrasonoterapia para la recuperación muscular simple. Aun así, a algunos deportistas les encanta la máquina de ultrasonidos. Si ves que tienes que utilizarla con frecuencia, deberías considerar la posibilidad de estar desarrollando una lesión por sobrecarga. Examina tu diario de entrenamiento en búsqueda de señales de sobreesfuerzo.

Electroestimulación

Los electroestimuladores (aparatos de electroestimulación), como el Globus o el Compex, consisten en una unidad central y cables que se conectan a electrodos (ver Figura 13.1).

Figura 13.1. Los electroestimuladores son fundamentalmente una forma pasiva de recuperación activa.

El deportista coloca los electrodos sobre grupos musculares, y la unidad envía después estimulación eléctrica a los nervios, forzando a los músculos a contraerse. Fundamentalmente, es una forma pasiva de recuperación activa. Se afirma que los programas de «recuperación activa» de las unidades liberan endorfinas, relajan los músculos y aumentan la circulación sanguínea, eliminando así toxinas más rápidamente. (Nota: como se leerá en el Capítulo 14, sobre el masaje, «toxinas» es una palabra comodín, y muchas cosas que consideramos bajo esa denominación forman parte del proceso natural del ejercicio y la recuperación).

Albinas Grünovas y sus colegas (2007) pusieron a prueba la estimulación eléctrica como modalidad de recuperación para deportistas de resistencia y descubrieron que, debido a que «mejora el retorno sanguíneo al corazón», constituye una buena modalidad para «mejorar la recuperación y restablecer el potencial de trabajo muscular». Asimismo, investigadores italianos (Tessitore et al. 2008) descubrieron que los jugadores de fútbol sala que recibían electroestimulación como modalidad de recuperación informaban sobre una percepción de beneficios de recuperación significativamente mayor que los que no la recibían, sugiriendo que su entusiasmo por el siguiente partido sería mayor. Este efecto psicológico no es para pasarlo por alto. Por último, muchos deportistas de élite atestiguan el efecto de la estimulación muscular eléctrica, aunque algunos dicen que los aparatos les parecieron difíciles de manejar. El atleta veterano de élite Thomas Laffont explica: «Los electroestimuladores son difíciles de manejar, requieren la colocación de electrodos en zonas específicas y una programación compleja». Yo disfruté probando el electroestimulador Globus y a mis hijos les hizo mucha ilusión contemplar las sacudidas de mis cuádriceps mientras aplicaba su programa de Recuperación Activa, pero debo admitir que noté poca diferencia en la calidad de mi recuperación muscular. Los electroestimuladores pueden tener beneficios terapéuticos, pero para deportistas sanos que podrían dedicar 20 minutos a nadar, pedalear o caminar, el movimiento real ganaría la baza a hacer que un aparato te active los músculos. Aun así, el tiempo que me tomé para descansar en el sofá y hacer hincapié en mi recuperación entre sesiones de entrenamiento estuvo bien invertido, independientemente de si la unidad Globus efectuase algún cambio.

En resumidas cuentas, estos aparatos tienen detrás mucho marketing y no tanta ciencia. Hay que recordar que las herramientas de recuperación más importantes son tiempo, dormir bien y comer adecuadamente. Si dispones del dinero para permitirte un electroestimulador y del tiempo para sentarte con los electrodos en posición, adelante. Pero asegúrate primero de estar descansando lo suficiente, alimentándote saludablemente y entrenando con prudencia.

El NormaTec MVP

NormaTec es un aparato de compresión creado originalmente por la Dra. Laura Jacobs para la rehabilitación de pacientes con patologías vasculares y adaptado más adelante para su empleo en recuperación deportiva. El aparato consiste en unas fundas inflables para las extremidades (brazos o piernas) y un compresor controlado por ordenador (ver Figura 13.2). El deportista reposa mientras el sistema aplica a la extremidad la compresión dinámica peristáltica (pulso ondulatorio) patentada para potenciar al máximo la circulación.

Figura 13.2. El NormaTec es un aparato de compresión dinámica.

El fisiólogo Bill Sands asegura que, aparte de un entrenamiento inteligente, descanso y una buena dieta, el NormaTec MVP Pro es la mejor herramienta de recuperación que se encuentra en el mercado. Explica que la compresión estática, como la aplicada por las prendas compresivas, es mucho menos potente para mejorar la recuperación que la compresión dinámica. Esta última colabora en el bombeo del líquido linfático para extraerlo de los hinchados tejidos edematosos donde se acumula. Además —afirma— la compresión peristáltica reduce la inflamación. Aunque el masaje pueda servir de ayuda, Sandy asegura que «es difícil rodear toda una extremidad con las manos. Te hará sentir mejor, pero no mejorará el rendimiento».

La triatleta profesional Amanda Lovato dice que para la recuperación después de un entrenamiento duro o prolongado, «primero me doy un baño de hielo, y luego me pongo las botas NormaTec. Te comprimen las piernas; puedes sentir su pulsación. Es como si alguien estuviera realizando frotaciones en las piernas, haciendo que la sangre circule por ellas. Nunca me he sentido tan recuperada como con las botas NormaTec. No sé cómo he podido vivir antes sin ellas». El deportista veterano de élite Thomas Laffont está de acuerdo. «El sistema MVP es la mejor herramienta de recuperación que he usado», afirma. «Es muy sencillo de usar, basta con meter las piernas en las fundas inflables y apretar un botón. ¡Y la sensación es extraordinaria! Me sorprende lo bien que las piernas se recuperan el día siguiente después de un entrenamiento duro». Su rutina consiste en aplicar hielo 10-15 minutos después de cada sesión y utilizar el sistema MVP durante 15-60 minutos, dependiendo de la duración del entrenamiento.

Gilad Jacobs, jefe de productos deportivos de NormaTec, cuenta que el Comité Olímpico de EE.UU. se llevó 40 sistemas NormaTec Pro a las Olimpiadas de Invierno de 2010. Usan también este aparato equipos ciclistas como el Garmin-Transitions, los campeones del mundo de Ironman Craig Alexander y Chrissie Wellington, y atletas como el fondista Meb Keflezighi (medalla de plata en el maratón de las Olimpiadas de 2004), el triatleta Tim DeBoom (bicampeón del Ironman de Hawái), la triatleta Sam McGlone (ganadora del Ironman de Arizona), el fondista Ryan Hall (10º en el maratón de la Olimpiada de Pekín y récord nacional de medio maratón), el triatleta Matt Reed (ganador en siete grandes pruebas de triatlón de la Toyota Cup Series), el ciclista David Zabriskie (especialista en contrarreloj, actualmente en el equipo Garmin-Barracuda) y los hermanos Jenna y Jarrod Shoemaker (ella miembro del equipo estadounidense de triatlón, y él campeón del mundo de duatlón en 2009). Pero a un precio de casi 5000 dólares US, el MVP Pro queda fuera del alcance de la mayoría de atletas. Con la introducción del NormaTec MVP en 2011, el «hermano pequeño» del MVP Pro, el precio está ligeramente más a la par del presupuesto del consumidor normal: las unidades MVP cuestan unos 1500 dólares US. La mayor diferencia está en la adaptación a los requisitos del cliente y la mayor facilidad de programación. El sistema pro puede ajustarse con tiempos y presión individual en cada una de las cinco zonas, mientras que el nuevo modelo MVP dispone de un parámetro de ajuste para la presión general.

En pocas palabras: si dispones de los medios para utilizar una de estas máquinas, hazlo. Muchos deportistas, desde profesionales hasta veteranos (grupos de edad), me han puesto por las nubes sus beneficios.

BREVES CONSEJOS
  • Las pruebas científicas de la eficacia de la ultrasonoterapia y la electroestimulación es escasa. Hay que priorizar el entrenamiento inteligente, la buena nutrición y el descanso adecuado sobre los medios tecnológicos caros.
  • Si se tienen zonas que requieren ultrasonidos, asegurarse de no tener una lesión por sobrecarga incipiente o ya existente.
  • La presión peristáltica de NormaTec ha demostrado su aplicación como técnica de recuperación, pero sus precios son prohibitivos.

Referencias y bibliografía recomendada

Anderson, Owen (s. f.). «Heat Therapy and Ultrasound». Sports Injury Bulletin.

Grünovas, Albinas, Vitalijus Silinskas, Jonas Poderys y Eugenijus Trinkünas (2007). «Peripheral and Systemic Circulation After Local Dynamic Exercise and Recovery Using Passive Foot Movement and Electrostimulation». Journal of Sports Medicine and Physical Fitness 47: 335-343.

Tessitore, Antonio, Romain Meeusen, Rita Pagano, Cinzia Benvenuti, Monica Tiberi y Laura Capranica (2008). «Effectiveness of Active Versus Passive Recovery Strategies After Futsal Games». Journal of Strength and Conditioning Research 22: 1402-1412.

Wilkin, Linda D., Mark A. Merrick, Timothy E. Kirby y Steven T. Devor (2004). «Influence of Therapeutic Ultrasound on Skeletal Muscle Regeneration Following Blunt Contusion». International Journal of Sports Medicine 25: 73-77.