Agradecimientos

Sé que la mayoría de los lectores están tan ansiosos por sumergirse en la trama cuando compran una novela que apenas echan un vistazo rápido a las páginas de agradecimientos. Sin embargo, espero que hagan una excepción en este caso, porque mis asesores y ayudantes han contribuido enormemente a que esta novela pudiera ver la luz. Su huella está bien patente en mí, en el libro y en el resultado que quería conseguir.

Mi editora, Clare Foss, es una verdadera depredadora: un cartucho de dinamita, la editora ideal para una autora que vive en un lugar remoto del mundo. Es inteligente, comprensiva, rápida de reflejos y previsora; me alegro de que quiera hacer llegar mis libros al público. Y se lo agradezco.

Aslan Byrne y Emily Griffin son esenciales para comprender el apoyo recibido desde Headline, además de que me han animado y ayudado de forma práctica durante la creación de esta epopeya. Aslan es un genio de las ventas que siempre está al tanto de todo, mientras que Emily contribuyó a allanar el camino. Teniendo en cuenta que vivo en la lejana Australia, ¿qué más se puede pedir? Gracias a los dos. Gracias también a los editores y artistas que con su trabajo y profesionalidad han conseguido que mi Merlín cobre vida. Gracias, no podría haber terminado esta tarea titánica sin vosotros.

Nancy Webber es mi correctora de estilo, tan genial como pura y sencilla. Siempre intento presentar un manuscrito sin errores, pero Nancy encuentra todos los puntos débiles, todas las redundancias, hasta el último fallo. Su inteligencia, su buen juicio y su habilidad la convierten en un valioso recurso para cualquier editorial. Gracias, Nancy.

Y no me olvido de las caras de la gente que conocí mientras recopilaba datos para esta obra, amigos que acogieron a esta australiana errante y me trataron con cariño mientras me acompañaban por esos lugares históricos. Fue una alegría conocer a Inga Hobbs, a Ken Warner y a Veryan Polglase de Glastonbury, así como a la gente de la posada The Marketplace: es un placer teneros como amigos. También os doy las gracias. Nancy Noble, Pat y Nick Taunton y Niel Owens, de la posada The Coachhouse, en Chester, también fueron maravillosos, gente que tendrá cierto protagonismo en un proyecto futuro.

Quiero dar las gracias también a Julie y Peter Humphreys y a Gwyllym de Carnavon, que me ofrecieron una perspectiva completamente nueva de los galeses. Estuve viajando por esos lugares tan agrestes y extraños maravillada por la generosidad de sus gentes. Una vez más, os lo agradezco y espero que os gusten las pruebas de fortaleza de Myrddion. Como suele decir mi marido, lo mejor que ha dado Gales al mundo es su gente, hombres y mujeres que emigraron a países lejanos como Canadá y Australia e hicieron de nuestro mundo un lugar maravilloso para vivir. Su valor me da ánimos.

M. K. HUME