A más de dos mil kilómetros de María, Yaiza entró una vez más en el que se había convertido en su blog favorito: Pinillismos.
Nada.
Una vez más se encontró con la misma entrada de los últimos días. En aquel misterioso mensaje, la autora del blog anunciaba que le habían prohibido usar el móvil y conectarse a internet. ¿Por qué lo habrían hecho? ¿Quién? Yaiza confiaba en que aquella chica fuera capaz de burlar la vigilancia y que escribiera pronto una nueva entrada en la que aclarara un poco más aquel misterio. Le había cogido tanto cariño, se sentía tan identificada con ella…
Entonces oyó la voz de su madre:
Apaga el ordenador inmediatamente. Al final vamos a tener que acabar prohibiéndotelo.
Sí, se sentía muy identificada.