Páginas de papel y de bits, altavoces grandes y pequeños, pantallas estáticas y móviles, muros reales y virtuales… llenos de comentarios, saturados de mensajes. De menos y más de ciento cuarenta caracteres.
Una masa informe y anónima que no perdía nada por hablar ni por escribir. Solo el tiempo.
Un ruido que no cesa por más que uno se tape los oídos y que ahoga cualquier otro sonido. Solo se escucha eso, una y otra y otra vez. In crescendo. Fortissimo.
Palabras, palabras, palabras que forman una bola que impide respirar.
«María, qué calladito te lo tenías».
«Tu madre es una ladrona».
«Al parecer, el hijo de Rebeca Lindon comparte no solo urbanización, sino también colegio, con la hija de Candela Brines».
«Jorge, cabrón».
«Muy buena tiene que estar la otra. Porque la Raquel está para comérsela».
«¿No viste la foto? ¡Está mucho más buena Raquel!».
«Rebeca Lindon a la cárcel».
«No podemos olvidar que Rebeca Lindon ha protagonizado algunas de las mejores películas de los últimos años, cosa que no quita para que pague sus impuestos como todo hijo de vecino».
«Candela Brines es una inepta. Y su hija, una zorra».
«Yo me acosté con Raquel».
«Raquel, puta».
«Rebeca, tus fans están contigo».
«Creo que deberíamos dejar a los hijos a un lado en este debate. Al fin y al cabo, son dos críos, menores de edad, que están en plena edad del pavo. Posiblemente esto sea un tonteo pasajero, un rollito de esos, y mañana mismo dejarán de estar juntos».
«Soy vecina de Candela Brines y toda su familia es un encanto».
«Que le den Candela a Rebeca Lindon».
«Apúntate al grupo Yo también quiero ver a Rebeca Lindon y a Candela Brines en una pelea de barro».
«Aún es pronto para juzgar si la actuación de Candela Brines al frente del ministerio es desafortunada, pero desde luego que no se puede negar que su elección de vecindario sí lo es».
«Las mosquitas muertas sois las peores».
«Jorge, tío bueno. Llámame».
«Quienes vivan con Candela Brines, en la misma urbanización… ¡ojito con la declaración!».
«A continuación les mostramos imágenes de una reciente entrevista a Candela Brines. En ella, la ministra muestra cierta incomodidad al ser preguntada por Rebeca Lindon. Ahora entendemos por qué».