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María quiso quedarse esperando en el banco.

No, hace mucho frío dijo Jorge. Además, no sé si podré bajar. Depende de lo que sea…

Por el camino habían estado elucubrando sobre qué podría ser aquello tan urgente por lo que reclamaban su presencia en casa.

Lo extraño es que no me lo haya escrito pensaba Jorge en voz alta. De pronto, se preguntó angustiado: ¿No le habrá pasado algo a Ingrid?

No, no creo… ¿Y no será algo de tu madre y… y… y Pichi?

¿Qué insinúas? ¿Que se separen o algo así?

María asintió.

Te equivocas dijo Jorge. Mi madre será lo que quieras, gritará y chillará, y a Pichi al que más, pero se quieren un montón. No, no creo. Igual ha salido alguna noticia nueva…

Pero ya ha pasado el telediario. A estas horas solo hay…

Programas del corazón.

Finalmente, cada uno subió a su casa. Y allí, en sus casas, se encontraron, los dos, a Raquel.