32

En un principio, María lo negó.

¿Pero qué dices? Si tiene novia.

Tú dirás lo que quieras, pero lleváis un tonteo que no es normal.

Anda ya.

María zanjó la conversación, pero en casa siguió dándole vueltas. Escribió Yo tonteo, tú tonteas, el tontea…[10]. Evidentemente, el J. del que hablaba en el blog era Jorge, y María se alegró más que nunca de no haberle revelado la existencia de Pinillismos.