A partir de ese momento, no hubo otro tema de conversación que el nuevo. Analizaron minuciosamente sus gestos, su ropa, su forma de andar… Magda y Nerea elucubraban sobre él mientras María y Clara se miraban en silencio.
Cuando terminó el recreo, Clara agarró a María del brazo y se alejó un poco del grupo.
Tía, me muero de ganas de decírselo. ¿Por qué no se lo contamos? Solo a Magda y a Nerea, va.
Que no. Pobre chaval dijo María. Si tienes ganas de contárselo a alguien, cuéntamelo a mí.
Clara puso cara de fastidio.
Jo, Pinilla, ¿sabes una cosa?
¿Qué? preguntó distraída María.
¡¡El nuevo es hijo de Rebeca Lindan!! exclamó en susurros mientras daba saltitos, sonreía de oreja a oreja y abría los ojos como platos.
Estás como una cabra, Luján.
Sí, pero ¿y lo a gusto que me he quedado? Y ahora cuéntame toooodo sobre su novia. ¿Cómo es?