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Autobiografía 2149

(De Mensajero de paz. Los diarios de Jacque Lefavre, © Nebulae TFX 2151).

NOTA DEL EDITOR. Jacque Lefavre no hizo más anotaciones en su diario después que su amada Carol murió en 2112. Pero continuó sirviendo a la humanidad como emisario e intérprete ante L’vrai durante treinta años más, hasta que sus problemas de salud le obligaron a retirarse.

La «muerte por éxtasis» asociada con el contacto primario con el puente de Groombridge estaba comprobada hacía tiempo. Lefavre la deseaba, y la ADE se sintió honrada de complacerle.

Llevaron un puente virgen a su lecho en el norte de Nueva York, y Tania Celario, su bisnieta, se le unió para el contacto secundario. De los veintiocho bisnietos que descendían de los dos hijos de él y de Carol, Tania era la que tenía el mayor potencial Rhine, 458.

Desde luego, el potencial de Lefavre no podría medirse con cifra alguna. Ochenta años de contacto con los L’vrai le habían vuelto muchísimo más sensitivo que cualquier otro ser humano. Sabía, por lo tanto, que no viviría mucho tiempo después de tocar el puente.

De hecho, duró menos de veinte segundos. Pero su bisnieta reveló con todos los pormenores, bajo hipnosis, lo que pasó por la mente de él en ese breve periodo.

Aunque esta transcripción ha sido reimpresa a menudo, parece una manera adecuada de finalizar este volumen.

«Entré y me senté al lado de su cama. Parecía tan viejo, no había visto a nadie que pareciera tan viejo. Pensé que estaba dormido pero no lo estaba. Simplemente le costaba abrir los ojos. Me sonrió y dijo “Tania, me haces desear tener un siglo menos”, pero las enfermeras me dijeron que le dice lo mismo a cualquier mujer que no esté en una silla de ruedas. Y quizá lo dice en serio. Parece tan bueno y puro, es el Poder que obtuvo de los Bichos, los L’vrai. Él mismo ya parecía un Bicho. Me preguntó cómo estaba mi madre y empezó con toda esa cháchara familiar, pero noté que no podía apartar los ojos de mi caja. La caja donde traía el Bicho de Groombridge. Finalmente me preguntó si debíamos seguir adelante con la cosa, y tuve que preguntarle si realmente sabía que se iba a morir si lo hacía. Me dijo: “Hija, morí hace treinta y siete años y algunos meses. En un tiempo podía decirte hasta los días, ella significó mucho para mí”. Bien, las enfermeras también me lo habían advertido; se pasa el tiempo hablando de mi bisabuela. Se lo pasaba. En fin, me advirtió que no tocara la cosa primero, que abriera la caja y le dejara tocarla, y que luego le imitara enseguida porque no sabía cuanto iba a durar.

»¿Tienen en marcha ese grabador? Bueno, lo que sigue son casi todas palabras de él, aunque a veces son las mías reflejadas en él. Es tan importante. Escuchen y después me dicen lo que opinan».

Ahí estás hija. Oh, tu mente es tan limpia, tan nueva, ojalá nunca crezcas para que se te empañe. Qué bueno es esto, espero que no me dé un infarto; estuve dentro del cuerpo de mujer de Carol, pero nunca de una niña, es tan extraño sentir cómo los huesos quieren crecer. Tú también fuiste pequeño, no es tan bueno cuando estás atrapado adentro, nada te sienta bien en cuanto te acostumbras ya lo sé tuve una hija entonces por qué nunca usaste el puente con ella. Bien parecía como algo sexual supongo que lo es de veras no sé de que estás hablando pero no siento vergüenza, sólo ese fulgor… oye no me llames Jacque soy tan viejo como un planeta llámame papá o abuelo o yo no te llame Jacque ni nada en no puedes mentir con el puente… allí lo hiciste de nuevo YO NO TE LLAME NADA Jacque. ¿No?… Soy sólo un viejo senil Jacque reconocería ese sonido en cualquier parte tienes una voz especial con el puente oh maldita sea es triste Jacque envejecer uno empieza Jacque a chochear abuelo yo también lo oigo no te burles de mi niña ángel perra Jacque Jacque oh Dios es posible que ellos tuvieran razón.

«Ya sé que soy sólo una niña y que él era un viejo así que nadie nos va a creer. Pero yo estuve allí y juraré por lo que ustedes quieran que la voz estaba allí, una voz de mujer, suave, y si él dijo que era la de mi bisabuela entonces tenía que serlo. Ya sé que ustedes dijeron que nunca nadie oyó nada como eso pero no me importa, yo lo oí, y si no me creen pueden irse al cuerno. Mamá me creerá».