Agradecimientos

La sordera del narrador y la de su padre tienen su origen en mi propia experiencia, pero los otros personajes de esta novela son creaciones ficticias, así como la ciudad sin nombre del norte donde está situada casi toda la historia, y su universidad. La única fuente del tema de la tesis de Alex Loom, aparte de mi propia imaginación, es un artículo de Charles E. Osgood, «Some Effects of Motivation on Style of Encoding… based on research using samples of suicide and pseudicide notes», en Style and Language (1960), ed. de Thomas Sebeok. Leí este libro hace más de cuarenta años, cuando preparaba mi primera obra de crítica académica, Language of Fiction (1966), donde la menciono en una nota a pie de página. No cité el artículo de Osgood, que no guardaba relación con mi asunto, pero debió de parecerme una idea susceptible de desarrollo narrativo porque permaneció semisepultada en mi memoria y ha emergido en esta novela. Cuando ya había redactado más o menos la mitad de La vida en sordina, oí hablar por casualidad de que alguien preparaba una tesis doctoral que aplicaba el análisis lingüístico a las notas de suicidas, y supe que hay otros lingüistas que actualmente investigan y publican sobre el mismo tema. Para evitar toda confusión entre mi relato y la realidad me abstuve deliberadamente de consultar estas obras o a sus autores. El personaje de Alex y sus observaciones sobre las notas de suicidio son totalmente inventados.

Sin embargo, las breves citas de notas en el capítulo 7 proceden de una fuente documental, la antología de Udo Grashoff Let Me Finis (Headline Review, 2006). Entre otras publicaciones que me han sido útiles para escribir esta novela figuran las siguientes: How To Do Things With Words [Cómo hacer cosas con palabras], de J. L. Austin (2.a edición, 1962); The Faber Book of Science, de John Carey, ed. (para el pasaje de Bruce Frederick Cummings citado en el capítulo 19); Goya (1965), de Jean François Chabrun; Introduction to Discourse Analysis (1977), de Malcolm Coulthard; «Mr Akbar’s nearest ear versus the Lombard Reflex», de Peter French, en Forensic Linguistics (vol. 5, n.° 1, 1998); The Quiet Ear: Deafness in Literature, an Anthology (1987), de Brian Grant, ed.; Doing Pragmatics (2000), de Peter Grundy; Words & Minds [Palabras y mentes] (2000), de Neil Mercer; English Phonetics and Phonology (3.ª ed., 2000), de Peter Roach; Life of Beethoven, de Thayer, editado y revisado por Elliot Forbes (1964); Discourse Analysis [Análisis del discurso] (1983) y Text and Corpus Analysis (1966), de Michael Stubbs; Goya (1951), de Antonina Vallentin.

Estoy muy agradecido a Charles Owen y Vijay Raichura por su información y asesoramiento sobre aspectos lingüísticos y médicos, respectivamente, de la novela, y a otras personas por sus notas y comentarios sobre los sucesivos manuscritos: Bernard Bergonzi, Tony Facey, Julia Fodge, Alison Lurie, Geoff Mulligan, Jonny Pegg, Tom Rosenthal, Mike Shaw, Paul Slovak y, como siempre, mi mujer, Mary. Y gracias a mi nieta Fiona por un retruécano sobre Marks & Spencer.

D. L.

Septiembre de 2007