[1] El diario empezaba tal como podría esperarse de un adolescente, pero degeneraba rápidamente en un simple registro literario. Es, para cualquiera menos para mí, mortalmente aburrido…, tan aburrido que lo dejo a todo el que desee leerlo. Nadie pasa nunca de la segunda página. Ocasionalmente, alguien me preguntaba si nunca he pensado que mi diario debería contener mis sentimientos y emociones más íntimos, y mi respuesta es siempre: «No. ¡Nunca!». Al fin y al cabo, ¿para qué soy escritor si tengo que malgastar mis sentimientos y emociones más íntimos en un simple diario? <<
[2] Relaté esta historia con toda clase de detalles en un artículo titulado «Retrato del escritor joven», que fue incluido como capítulo 17 en mi libro de ensayos Ciencia, números y yo (Doubleday, 1968). En él, basándome sólo en la memoria, dije que había telefoneado a Street & Smith. Cuando recurrí a mi diario para comprobar fechas exactas para este libro, me sorprendió descubrir que en realidad había hecho el viaje en Metro… una empresa tremendamente osada para mí en aquellos días, y una medida de mi desesperación. <<
[3] Se refiere al segundo satélite de Júpiter, que se llama Europa (N. del A.) <<
[4] En este libro prestaré una atención considerable al dinero que recibí por mis relatos. No porque escriba primordialmente por dinero, ni porque lo considere demasiado importante ni entonces ni ahora (mis editores lo confirmarán con mucho gusto). Sin embargo, el dinero que recibí fue crucial para determinar mi carrera. Fue suficiente para costearme la escuela y no tanto como para tentarme a abandonarla. Lo verán más adelante. <<
[5] Hornswoggle significa «embaucar» en inglés. <<
[6] El ojo venusiano puede distinguir entre dos tonos, cuya longitud de onda no difiere más que en cinco unidades Angstrom. Ven miles de colores para los que los terrícolas son ciegos (N. del A.) <<
[7] Una década más tarde volvió a convertirse en mi agente por unos cuantos años. Sin embargo, nunca me ha gustado que me representaran, y excepto Pohl en estas dos ocasiones, nunca he tenido agente, a pesar de la vasta y complicada naturaleza de mis compromisos de escritor. Pero sigo sin querer tener ninguno. <<