[1] El 16 Dimitrov les había visitado en el Kremlin (estaban también Kaganovich y Orjonikidze). Stalin había dicho literalmente que «Blum es un charlatán. No es un Largo Caballero» (Banac, p. 43). <<
[2] Ya había hecho una alusión a ella y un sindicato de periódicos norteamericanos le preguntó si podría disponer de las mismas. Rápidamente escribió a Largo Caballero (1996, pp. 59s) el 11 de mayo de 1939 preguntándole si estaría dispuesto a darla a conocer (pagarían de 50 a 100 dólares, dependiendo de la importancia). La carta se confirmó en 1966 (GRE, II, pp. 101s) y está reproducida en Largo Caballero (1996, pp. 415-420). Un ejemplar se encuentra en AFPI: AFLC liv 6. <<
[3] Araquistáin alegó que Largo Caballero no había solicitado el envío de asesores extranjeros y que éstos fueron surgiendo espontáneamente, sin que los pidiera nadie (sic). Es falso. También pasó por alto que Largo Caballero confirmó sus peticiones en su respuesta. <<
[4] La interpretación conservadora de este tipo de recomendaciones quedó consagrada por Bolloten (pp. 292s y 392): de lo que se trataba era, tras la fachada de las instituciones democráticas, de «convertir la revolución popular en un Estado policial de un solo partido totalitario». Para Beevor (p. 377), sin fuentes, se sitúa en el juego de Stalin de no provocar a Hitler y de acercarse a Francia y al Reino Unido, «por si las cosas se ponían feas». <<
[5] Una biografía de Marty figura en Gotovitch y Narinski, pp. 406-410. Era el francés que más alto había llegado en la jerarquía de la Comintern como colaborador inmediato de Dimitrov. Gerifalte de las Brigadas Internacionales, tendría el título nominal de «inspector general» y más tarde de «delegado especial del ministro de la Guerra» para aquéllas. Desarrolló malas relaciones con el PCE que terminaron llevándole a regresar a Moscú en marzo de 1937. <<
[6] La escasa simpatía que despierta Marty no tiene por qué llevar a tomar ante él una actitud de menosprecio. Al lado de los puntos destacados en el texto también había cuatro argumentos esenciales adicionales: el ensalzamiento —inevitable— de la labor del PCE, la desorganización de la Administración republicana, la irresponsabilidad de un gran sector del movimiento anarquista y la incapacidad o falta de interés del presidente del Gobierno por atacar de raíz los problemas. <<
[7] Ello no implica olvidar renovadas tendencias hacia un cierto neoaislacionismo. Molotov ya lo señaló el 29 de noviembre: «Estamos absorbidos por nuestros propios asuntos… Sólo podemos contar con nuestras propias fuerzas» (Pons, p. 68). <<
[8] Esta interpretación difiere radicalmente del inventario de motivos expuesto por Payne (2006, pp. 223ss). <<
[9] En este sentido el número 2, Mr. MacKillop, reconoció paladinamente el 20 de octubre de 1936 (DBFP, XVII, doc. 311) que lo que ocurría en Europa occidental era de importancia decisiva para la URSS. Si el pacto franco-soviético podía absorber los choques, la política exterior soviética se mantendría, ya que dicho pacto era su pilar fundamental. Si, por el contrario, se colapsaba, una URSS angustiada ante un Tercer Reich hostil podría verse liberada de todas las ataduras que se había impuesto en la creencia de que lo mejor para defender sus intereses nacionales estribaba en seguir un derrotero de política exterior ortodoxo. Tal percepción era absolutamente correcta. <<
[10] Y no cabe alegar desconocimiento. Álvarez del Vayo (1963, pp. 256s) lo subrayó como se merece. La República estaba dispuesta a desempeñar su papel al lado de las dos potencias más interesadas en evitar que se violara el ordenamiento europeo. <<
[11] El memorándum en español se encuentra en AVP RF: fondo 097, inventario 1, carpeta 17, asunto 102, pp. 110-114. Miralles (2003, p. 115) recuerda la interpretación anticomunista clásica, pero totalmente desenfocada: la crítica hecha por Prieto a una presunta política dependiente de Moscú y los deseos de Largo Caballero y sus fieles de acercarse al Reino Unido para que éste tuviera constancia de que no pretendía bolchevizar a España. Una reciente reconstrucción se encuentra en Sánchez Cervelló, pp. 187s. <<
[12] Esta línea tuvo, sin embargo, consecuencias inesperadas. En algún momento, Prieto comentó medio en broma a los británicos, en una visita que le hizo un almirante de la Royal Navy, que a lo mejor había que transferir al Reino Unido bases en Cartagena y otros puertos. Esto no se le escapó al encargado de negocios soviético en Valencia, que se enteró de ello (Radosh et al., doc. 34) y llevó a «Stepanov» a paranoicas conclusiones. <<
[13] TNA: FO 371/21283, expediente del 26 de enero de 1937. <<
[14] Ambos, por lo demás, ignoran que las sugerencias republicanas llegaron a manos de Franco, quien rápidamente las dio a conocer con bombo y platillo, con el fin de sabotearlas. <<
[15] Las conversaciones previas habían creado gran preocupación en el Cuartel General, donde se temía que los italianos pudieran perder interés por España e incluso reducir la ayuda (TNA: FO 371/21281, despacho de Chilton del 28 de diciembre de 1936). <<
[16] Una descripción del plan se encuentra en Schwartz, pp. 301-308. <<
[17] Heiberg (pp. 95s) señala, con razón, que Franco no tenía el menor inconveniente en mentir. <<
[18] Esto es, probablemente, lo que más dolía al ensoberbecido Generalísimo. Había tenido que aceptar las ideas italianas (y alemanas) y sin duda no lo digería. Por fortuna para él, la derrota italiana en Guadalajara eliminó tales tendencias por parte de su protector latino y, en consecuencia, la idea de los EM conjuntos. <<
[19] Lo que antecede se basa en Rovighi y Stefani (pp. 232-236) y documentos de apoyo (vol I, pp. 251-266). Faldella escribió un informe detallado sobre su entrevista con Franco para presentársela al general Roatta cuando éste regresara de Italia (doc. 50/b). La nota, en español, entregada previamente al Cuartel General con las ideas italianas, la reproducen tales autores como doc. 51. La contestación formal de Franco (doc. 52), fechada el 14 de febrero, reconoció que «el empleo en masa de las tropas italianas no estaba previsto, pues precisamente se buscó en todos los momentos el que no apareciese la actuación de las fuerzas italianas solas independientes, ya que en los medios internacionales había de causar alarma y sin provecho notorio pudiera crear dificultades y aún provocar otras intervenciones». <<
[20] Se puede ser antifranquista, pero no manipular la documentación. Salvo error mío, Mallet lo hace. <<
[21] Se debe a Heiberg (p. 160) el conocimiento de la lista de aquellos «patriotas» que los italianos creyeron que no tendrían inconveniente en poner su pluma al servicio del fascismo, de sus ideas y de sus intereses, bien por inclinación bien por unos cuantos denarios. Son estrellas ilustres en el firmamento franquista: Ernesto Giménez Caballero, César González Ruano, Víctor de la Serna, Manuel Hedilla, Eugenio Montes, Luis Bolín, Juan Pujol, Joaquín Arrarás, Francisco Cossío, Jorge Vigón, Julio Camba, José María Pemán, Pablo Merry del Val, Joaquín Miquelarena, Manuel Casares, Mariano Darana y Agustín de Foxá, entre muchos otros. En este refulgente elenco hay varios de los que sabemos positivamente que, en un afán de católica no discriminación, también cobraron de los nazis. <<
[22] Se recordará que aunque la llegada al poder de Mussolini estuvo precedida de más derramamiento de sangre que en el caso de Hitler, la dictadura italiana se cobró pocas víctimas después. Como señala Paxton (p. 136), entre 1926 y 1940 sólo se dieron nueve condenas a muerte. Lo normal era el destierro a pueblecitos apartados o el internamiento en campos o en las islas, lo que ocurrió en torno a unos diez mil casos. Terrible destino, sin duda, pero mejor que el paredón que hizo las delicias de los killers y luego de los tribunales militares franquistas. <<
[23] Señala Preston (2002, p. 238): «Nada hay de paradójico en que Franco, generalmente considerado un hombre extraordinariamente orgulloso, se alegrara de aceptar la ayuda alemana e italiana en condiciones humillantes». Había que inclinarse o no obtenerla. <<
[24] Llovía sobre mojado porque a finales de noviembre el Politburó había ordenado a Berzin que hiciera gestiones con Largo Caballero en el mismo sentido. <<
[25] El lector podrá fácilmente comprobar que estos autores, cuidadosos ellos, no mencionan fuente alguna respecto a la procedencia de la mayor parte de los documentos de índole militar que comentan, en general, con grandes sesgos. Para el año 1936 se trata, en su recopilación, de los 16 a 19 y 23. Esto hace, naturalmente, imposible verificar su traducción. <<
[26] Largo Caballero había pensado en sustituir a Estrada y en alguna ocasión se lo había dicho a Rosenberg. <<
[27] Señala Rojo (1967, pp. 215s) que Gorev demostraba un gran amor por el pueblo español «y gracias a eso se pudo ganar nuestro afecto». Rojo merece mucho más crédito que Radosh y colaboradores. <<
[28] López Hernández (pp. 84ss) atribuye el conocido episodio de las cartas dirigidas por Largo Caballero a los generales Miaja y Pozas en sobres cambiados a un acto deliberado por parte de alguien que pudo hacerlo y que sabía lo que hacía. <<
[29] Beevor (p. 248) ha encontrado un telegrama de Vorochilov a Berzin del 16 de octubre ordenando a éste que enviase asesores a las divisiones y brigadas. Afirma que lo hizo para impresionar a Stalin. Es algo sorprendente, aunque no imposible. Este último seguía de cerca la operación. <<
[30] La primera petición que he localizado, pero sin duda habrá otras anteriores, data de diciembre de 1936. Estuvo dirigida por Hidalgo de Cisneros a Rosenberg junto con una lista de material. El 11 Prieto escribió a Gaikis señalando que en la relación figuraban «conceptos de personal», que no le parecía discreto incluir en la petición oficial. «Ruego a usted que sobre ellos se ponga de acuerdo con los especialistas de esa embajada». Esta reticencia duró poco. El propio Prieto ya solicitó el 1 de enero de 1937 personal que pudiera «componer la tripulación de tres submarinos». En el ínterin se habían multiplicado las peticiones formales. AFIP: carpeta Rusia. Guerra. <<
[31] Este informe soviético (Largo Caballero, 2007, pp. 3660-3668) contiene una radiografía bastante completa de las deficiencias del naciente Ejército Popular y de lo que convenía hacer para atajarlas de cara a la defensa de Madrid. En términos generales enfatizaba la importancia del trabajo político en las unidades, la movilización de todos los recursos, la mejora de los sistemas de mando («buenos cuadros preparados para el sacrificio pero preparados deficientemente y con un mando poco competente»), la coordinación interarmas, la imbricación directa de los Estados Mayores, la necesidad de estudiar, estudiar, estudiar, etc… ¿Cuáles fueron los comentarios?: «Al mes de haber formado Gobierno, Largo Caballero recibió las dos comunicaciones ya transcritas, con un tono y un apremio que más parece tratarse de unos señores posesionados del Gobierno de España que unos “amigos” dispuestos a ayudar al verdadero Gobierno, de unos señores que vienen a ordenar y no a colaborar…». Volveremos al tema más adelante. <<
[32] Rybalkin ha establecido que ya el 16 de octubre de 1936 Moscú se interesó por la necesidad de reforzar la protección de los accesos a Madrid. Los tres especialistas posiblemente llegaron con la misión de contribuir a fortalecer la defensa. <<
[33] Beevor (p. 248) afirma que muchos de los asesores eran de nivel muy bajo profesionalmente y con escasa experiencia de mando. <<
[34] Beevor (p. 379) ignora a Rojo y eleva a estándar un tipo de comportamiento a tenor del cual los consejeros solían encararse con los españoles que ponían pegas a sus planes preguntándoles «si querían seguir recibiendo la ayuda de la Unión Soviética». Sin fuente. <<
[35] Ya dijo Orwell (b, p. 177) que «la única línea de propaganda que les quedaba abierta a los nazis y a los fascistas era presentarse como patriotas y cristianos que iban a salvar a España de una dictadura rusa». Ello comprendía «la desmesurada exageración de todo lo referido al grado de intervención rusa en el conflicto». <<
[36] Este autor basa su estimación en un argumento un tanto sorprendente. Como la Legión Cóndor tenía —afirma— tres veces menos aviones que la República y contaba con 5000 hombres, el personal de aviación soviético debía ser muy próximo al triple. <<
[37] Beevor, por su parte, (pp. 248 y 719) ofrece otras. Orwell recordó que «si Franco sigue en el poder, serán sus acólitos quienes escriban los libros de historia y… ese ejército ruso que jamás existió llegará a ser una realidad histórica». <<
[38] En uno de sus comentarios más gloriosos, Radosh et al. (p. 261) afirman que el «principal mecanismo para conducir la guerra continuaron siendo los millares (sic) de asesores…, todos los cuales servían de agentes del GRU». <<
[39] Para Bolloten los asesores actuaron, nada menos, que «con independencia del Ministerio del Aire y de la Guerra» (p. 503). <<
[40] Todo lo que antecede está tomado de Merkes, p. 66, obra en la cual se dan otros ejemplos. <<
[41] Y en ella, como ha indicado Khlevniuk (2000, p. 165), habría que tener en cuenta que los soviéticos en España eran conscientes de la mentalidad y prejuicios de sus jefes y muchos se esforzaron en redactar sus informes de forma tal que no fueran en contra. No es verosímil que todo lo que escribieron reflejase con exactitud la realidad sobre el terreno sino la tamizada por percepciones, precauciones y, en último término, temores. <<
[42] Berzin había trabajado desde 1920 en la dirección del GRU (cuarto departamento), donde fue subiendo en el escalafón hasta llegar a ser el jefe en 1924, posición en la que se mantuvo nada menos que once años. Luego pasó al ejército de Extremo Oriente como primer asesor de su responsable. De aquí dio el salto a Madrid (Roewer et al., p. 58). No era, pues, un cualquiera. <<
[43] El proyecto de telegrama contenía también una dura filípica a Berzin por no enviar información suficiente y a tiempo, a pesar de las peticiones expresas de las más altas autoridades soviéticas. <<
[44] Habría que añadir que Stalin siempre se negó a que los soldados soviéticos fueran condecorados por los republicanos. Esto se desprende de una nota manuscrita a un telegrama de Gaikis del 31 de diciembre de 1936 en la que éste contaba que el Gobierno de la República se proponía condecorar al presidente mexicano. RGASPI: fondo 558, inventario 11, asunto 214, número de expediente 188, p. 50. <<
[45] El DB recopiló abundante información sobre la calidad del material soviético pero el EM prefirió análisis «ideologizados» que disminuían su valor combativo (Lacroix-Riz, p. 366). <<
[46] Datos tomados del informe enviado por Morel («Renseignements militaires. Front d’Andalousie»), en SHD, legajo 7N 2755. <<
[47] Se casó con una española. Regresó a Moscú en la primavera de 1937 y en julio del año siguiente fue ejecutado. <<
[48] Tampoco indican fecha ni destinatario. Completemos aquí las informaciones de tan eminentes investigadores. La primera fue el 12 de enero de 1937. El segundo fue Uritsky. En la versión española de su libro Rybalkin ha reproducido gran parte del informe.<<
[49] Como se ha puesto de moda exaltar el valor combativo de las masas cenetistas y criticar los informes soviéticos por dudarlo, no viene mal apoyar la valoración de Berzin con los recuerdos que les dedicó el propio Largo Caballero (2007, pp. 3242s): «No tenían disciplina ninguna; durante el mes y medio que se llevaba de guerra habían procedido con absoluta autonomía… no aceptaban los mandos militares que se les daba, habían de nombrarlos ellos…». Sin comentarios. <<
[50] Quizá esto explique la renuencia de Largo Caballero a enfrentarse con los anarquistas, que llamó la atención a muchos observadores. Entre ellos, por ejemplo, a Hidalgo de Cisneros, p. 204. <<
[51] Es importante destacar que críticas similares o de parecida índole no tardaron en alimentar la campaña del PCE contra Largo Caballero tras la pérdida de Málaga. <<
[52] Este tipo de afirmaciones chocan con las afirmaciones corrientes en una parte de la literatura testimonial sobre las grandes «agarradas» que Largo Caballero habría tenido con los consejeros. <<
[53] López Hernández (p. 105) criticaría duramente la gestión del ministerio en el que vegetaban, «ignorados casi», jefes de primer orden. En modo alguno las críticas a la conducción de la guerra por parte de Largo Caballero fueron sólo de procedencia soviética o comunista, algo que suelen olvidar los autores que militan en la línea de Bolloten. <<
[54] A partir de aquí se reanuda la transcripción publicada en Radosh et al. <<
[55] Ya indicó Rojo (p. 216) que Largo Caballero «ha sido uno de los hombres más fustigados por la propaganda adversaria». No extrañará, por consiguiente, que tal vez se viera tentado de echar balones fuera. <<
[56] Un socialista como Nenni (pp. 171s) atribuyó a las concepciones comunistas del mando y de la disciplina un papel esencial para explicar la expansión del PCE. Fueron las mismas razones que indujeron a Hidalgo de Cisneros (p. 210) a hacerse comunista, con gran disgusto de Prieto, según consignó en sus no siempre fiables memorias. <<
[57] Mi agradecimiento más profundo a Fernando Hernández por haberme comunicado los resultados de dicho trabajo. <<
[58] En Paterna se habían formado 107 oficiales y 144 sargentos en el primer alistamiento; después sólo oficiales según el ritmo siguiente: 511, 327, 302 y 527. <<
[59] Prieto no lo ignoraba. El 15 de mayo, por orden suya, Pascua escribió a Vorochilov una carta entusiasta acerca del clima excelente en que los aviadores republicanos habían hecho su curso de aprendizaje en la escuela de pilotos de Kirovabad y acompañó cincuenta relojes como regalos para los jefes, oficiales e instructores soviéticos. AHN: diversos, Marcelino Pascua, legajo 2, expediente 8.1. <<
[60] Negrín recordaría, en sus apuntes sobre el caso Nin, que Smushkevich desempeñó un papel esencial en conseguir que aquellos pilotos españoles que se encontraban en la Unión Soviética en el momento del colapso republicano pudieran salir si lo deseaban con tal de que tuvieran visado de entrada en un país de acogida. Tales pilotos estaban haciendo cursillos de formación en vuelo nocturno y manejo de polimotores y de otros aparatos rápidos de los que todavía no se disponía en la España republicana. <<
[61] Morel, naturalmente, era un observador sin responsabilidades operativas pero dejó un análisis del siguiente tenor sobre el ejército de tierra que había creado el Gobierno de Largo Caballero: «No tiene sino un valor mediocre. Formado a golpe de decreto por políticos que han querido hacer mucho y deprisa, con cuadros improvisados, dirigido por un mando y un EM insuficientes, no tiene sino un armamento limitado y débiles capacidades de maniobra. Salvo en algunas unidades en las que todavía dominan los elementos internacionales, su moral no es elevada y participa del cansancio del pueblo español. Privado del fermento revolucionario de los sindicatos, excluidos del poder, sólo lo mantienen unos cuadros militares poco instruidos y tibios y el armazón, duro pero frágil, de los comisarios y sus comparsas, enfeudados al PCE…» (Informe del 15 de julio de 1937. SHD: legajo 7N 2755). <<
[62] Este episodio se detalla en el informe de Berzin, vuelto a la jefatura del GRU, a Vorochilov el 1 de agosto de 1937, seguido de una propuesta operativa de relevo con fecha 11 de agosto. RGVA: fondo 33987, inventario 3, asunto 1033, pp. 69-72 y 90, respectivamente. <<
[63] García Lacalle deploró este enfoque, que privó a la aviación republicana de pilotos experimentados. Los sucesores de los primeros no lo fueron tanto. Kowalsky (p. 327) también indica que en muchos casos las autoridades soviéticas retiraron de España a asesores por falta de tacto, problemas de adaptación e incluso incompetencia. <<
[64] Las instrucciones («Objetivos tácticos en la realización de experimentos en “X”»), del 17 de abril de 1938, son cortesía del Dr. Rybalkin, en cuyo libro se encuentra una amplia referencia a la explotación soviética de las enseñanzas obtenidas de la guerra española. <<
[65] El análisis clásico es el de Conquest, con ejemplos que resultan escalofriantes. Roewer et al (p. 179) dan cuenta sucinta del descabezamiento del Ejército Rojo: tres de sus cinco mariscales, 15 de 16 generales de cuatro estrellas, 60 de 67 de tres, 136 de 199 de dos. 75 miembros de los 80 del Consejo Superior Militar. Los once comisarios adjuntos. En total un 90 por ciento del cuerpo de generales y un 80 por ciento del de coroneles. 40 000 oficiales fueron purgados y de los que quedaron sólo un 7 por ciento tenían formación de Estado Mayor. Rybalkin, recopilando datos soviéticos, ofrece cifras muy precisas que aquí no reproducimos. <<
[66] Andrew y Mitrokhin (p. 585) han recogido otras estimaciones sobre este iceberg, aunque su punta coincide básicamente con la cifra de Khlevniuk. Digamos simplemente que uno de los miembros de la comisión de rehabilitación establecida por Nikita Jruschev encontró unas estadísticas en los papeles de Mikoyan que cifraban el volumen de la represión durante los años 1935 a 1941 en la friolera de 19,8 millones, entre ejecuciones y encarcelaciones. <<
[67] En lo que se refiere al primero y al impacto sobre los contactos con la embajada republicana en Moscú, véase Schauff, pp. 340ss. Los estragos en las filas del INO y de la NKVD se reseñan un tanto impresionísticamente en Andrew y Mitrokhin (pp. 70ss). <<
[68] RGASPI: fondo 17, inventario 3, legajo 983, número de expediente 321. <<
[69] Molotov defendió la necesidad de las purgas hasta el final de su vida y les atribuyó el mérito de que, gracias a ellas, en la segunda guerra mundial la URSS no estuvo confrontada a los peligros de una «quinta columna» (Tchouev, pp. 297s). <<
[70] Mencionado en Schauff (pp. 211s). Hizo carrera y se convirtió en un protegido de Stalin, quien le ascendió nada menos que a mariscal (Conquest, p. 453). No demostró mucha competencia en la segunda guerra mundial, fue degradado, ascendido y degradado de nuevo. En 1950 se le ejecutó (Volkogonov, pp. 352s). Hernández (p. 113) le menciona en España como «mariscal», jefe de los asesores soviéticos y propulsor del plan de batalla de Brunete (lo que no parece ser cierto). <<
[71] El informe de Kulik a Vorochilov del 29 de abril de 1937 se debe a la cortesía del Dr. Rybalkin. El último párrafo lo cita también Beevor (p. 324) con ligeras variaciones de traducción. <<
[72] AFIP: Correspondencia. Carpeta Negrín. <<
[73] Documentos cortesía del Dr. Rybalkin. <<