[1] Existen indicios de que la República desvió importaciones a la Unión Soviética. El 18 de octubre el ministro de Industria y Comercio se dirigió a Álvarez del Vayo informándole de que era preciso adquirir níquel con urgencia (22 toneladas). No se había conseguido a buen precio en el Reino Unido. Pedirlo a Canadá implicaría demoras. ¿Solución?: la URSS. Pascua recibió instrucciones el 22 y comunicó el 25 que el 28 de octubre dicha materia prima saldría de Odesa. AMAEC-AB: caja 123/urss. <<

[2] Aunque los pagos se hicieron, naturalmente, en divisas los servicios competentes de la República aplicaron, para expresar su contravalor en pesetas, los siguientes tipos de cambio: 60 pesetas para la libra y 12,30 para el dólar. El total de tales operaciones ascendió, pues, a 23 millones de pesetas corrientes. Un trabajo en el que se abordan con cierta profundidad las relaciones comerciales hispano-soviéticas es el de Martínez Ruiz (2006b). <<

[3] No llego a la condescendencia de Bennassar (p. 179) quien, simplemente, le califica de «agente soviético». Otros autores piensan que se trataba de alguien que estaba en España. Como indicamos en el primer volumen de esta trilogía, Nikonov fue autor o coautor de algunos de los informes del GRU que enmarcaron la decisión de Stalin de ayudar a la República. Se le menciona en Parrish (p. 300). Fue «purgado», al igual que Uritsky, en 1937. <<

[4] «Soviet exports in relation to production», en TNA: FO 371/20347. <<

[5] Véase el informe anual de la embajada británica para 1935 en TNA: FO 371/20344. Conscientemente rehuimos entrar en la discusión acerca del papel del comercio exterior en el sistema soviético y si la tendencia a la industrialización por la sustitución de importaciones estuvo favorecida por las condiciones ambientales o si, por el contrario, respondía a una estrategia firme. Es interesante, a favor de la primera tesis, el trabajo de Dohan. Gueullette destaca la segunda. <<

[6] Datos tomados de «The USSR. Foreign Trade», informe del 18 de mayo de 1937. ABI: OV111/5. <<

[7] Tal y como se reproduce en TNA: FO 371/21102. <<

[8] La negociación de este crédito es importante porque ha llevado a numerosos autores a postular, ya en 1935, una política de acercamiento al Tercer Reich en la que el torgpred en Berlín, David Kandelaki, habría seguido una línea política secreta marcada por el propio Stalin. En Roberts (1995, pp. 22-34) figura una discusión completa y que llega al resultado de que el tema se ha abultado sesgadamente. <<

[9] Los rusos habían pensado en un principio en un préstamo a veinte años pero el Reino Unido no concedía préstamos soberanos, el Board of Trade adujo numerosas dificultades y al final se optó por un paquete de garantías sobre créditos a la exportación británica. Hay un expediente completo al respecto en TNA: TO160/683. <<

[10] Todo esto está tomado de numerosos informes y notas que se encuentran en ABI: OV111/3, 4 y 5. <<

[11] Datos de Ost Express, edición Economía, n.º 5 de 8 de enero de 1937. En 1927 el Politburó había autorizado la utilización en la extracción y minería de oro de prisioneros condenados a trabajos forzados (Service, p. 267). <<

[12] Informe «Russian Gold Production and Stocks», del 6 de julio de 1937. ABI: OV111/5. <<

[13] Se desprende esto de una conversación con los representantes comerciales soviéticos en Londres el 21 de septiembre de 1937 (TNA: TO160/683, «The 10 million guarantee agreement»). <<

[14] RGASPI: fondo 17, inventario 162, asunto 20, número de expediente 84, pp. 205s. <<

[15] RGAE: fondo 2324, inventario 20, asunto 4462. <<

[16] Agradezco la preciosa ayuda del profesor Manuel Sanchis i Marco en el resto del capítulo. De los errores que subsistan sólo yo soy único responsable. <<

[17] Se trataba de una característica estructural del sistema económico soviético. En uno de los manuales al uso en las Universidades occidentales podía constatarse la subsistencia de sus elementos centrales poco antes de la implosión de la URSS (Gregory y Stuart, p. 327). <<

[18] Dunajewski (p. 42) afirma que la vinculación entre el rublo y el franco se estableció el 14 de noviembre de 1935. La devaluación francesa arrastró, el 29 de octubre de 1936, una revalorización del rublo cuyo curso relativo se situó a 4,25 francos. <<

[19] TNA: FO 371/20344, despacho del 14 de febrero de 1936. <<

[20] Según Holzman ello implicó una devaluación del rublo del 77 por ciento. <<

[21] Informe «Visit to Russia», del 6 de mayo de 1937. ABI: OV 111/5. <<

[22] Datos tomados de una carta del comandante Gendin (NKVD y GRU) al mariscal Vorochilov el 25 de enero de 1938 (cortesía del Dr. Rybalkin). El personal en cuestión ascendió a 1555 personas de las que 931 habían regresado a la URSS. Esto permite afirmar que el número de ciudadanos soviéticos existente en España a finales de 1937 ascendía a 624. <<

[23] TNA: FO 371/20344. Despacho de lord Chilston del 24 de abril de 1936. <<

[24] Ésta fue una nueva expresión del valor oro del rublo. Antes había habido otra a razón de un rublo = 1,29 gramos. <<

[25] Se llama la atención sobre esta nueva expresión del «valor» del dólar. Si se aplicaba a las reservas en poder del Gosbank, se comprende mal por qué no podrían utilizarse otros niveles para las exportaciones soviéticas. <<

[26] Gregory y Stuart señalan que incluso en los años ochenta no se conocía el valor del rublo en términos de otras monedas. Dunajewski (1985, p. 98) recuerda que a principios de 1984 más de un 90 por ciento de las importaciones francesas procedentes de la URSS se facturaba en dólares. <<

[27] CHAN: 552 AP 21, expediente número 3. Con el rublo no convertible, la facturación en esta moneda para las exportaciones no tenía sentido. Lo que a los rusos les interesaba era allegar divisas. No se ve, pues, muy bien por qué los soviéticos hubieran debido facturar a los republicanos en rublos o darles a conocer en tal moneda el precio de sus ventas. Mi tesis es totalmente contrapuesta a la de Payne (p. 208), que parece extraer inferencias siniestras por el hecho de que «los rusos nunca proporcionaron al Gobierno republicano ningún presupuesto en rublos». ¿Y qué iba a hacer con él?<<

[28] Holzman (p. 814) subrayaría esta última función: «el tipo de cambio ha servido de poco más que de instrumento contable para convertir en rublos los precios en moneda extranjera de las exportaciones e importaciones soviéticas con el fin de expresar las cuentas del comercio exterior en moneda local». <<

[29] Este ejemplo está tomado de Dunajewski, p. 38. No abordamos otro concepto adicional como fue el «coeficiente neto». <<

[30] Ello no obstante, no cabe olvidar la caracterización de Kamin (p. 209): los tipos de cambio múltiples surgen cuando se aplican dos o más a la misma moneda. <<

[31] Gregory y Stuart (p. 327) explican en parte los bajos niveles del comercio exterior soviético atribuyéndolos a la carencia de información fidedigna sobre los costos de producción propios y los precios extranjeros. Esta falta de información se veía obstaculizada por las dificultades de comparación a través de un tipo de cambio fijado administrativamente. <<

[32] Payne (p. 208) es uno de los muchos autores que no cualifica las afirmaciones de Howson llegando a afirmar incluso (p. 208) que la cotización oficial del rublo era «el tipo de cambio del mercado internacional». Esto implica considerar absurdamente que el rublo era una moneda más o menos como el dólar, la libra o el franco. Tampoco puedo compartir las tesis de Kowalsky (p. 239), basadas en la misma premisa. <<

[33] RGASPI: fondo 17, inventario 162, asunto 20, número de expediente 170. <<

[34] Se trata, recordemos, del período en el que el Gobierno soviético mantuvo vinculado el rublo al franco. A partir de julio de 1937 se «ató» al dólar, cuyo curso había pasado de 5,02 a 5,30. El tipo de conversión implícito fue inferior. Pero a la República las modificaciones del rublo le importaban poco. De la misma manera tampoco nos importan demasiado en la actualidad las oscilaciones de las monedas locales de los países productores de petróleo, que facturan sus exportaciones de crudo en dólares o euros. No me es, pues, posible aceptar las conclusiones a las que llegan autores como Martínez Ruiz (2006b, p. 413, p. 51) en materia de precios. <<

[35] Se trata del «cálculo del valor de los pertrechos de artillería enviados con destino especial hasta el 15.XI. 36», en RGVA: fondo 33987, inventario 8, asunto 893, pp. 57s. Kowalsky afirma (p. 239), erróneamente, que «los soviéticos convirtieron siempre su divisa a 2 dólares por cada 3,95 rublos». <<

[36] RGVA: fondo 33987, inventario 3, asunto 893, pp. 63s. <<

[37] En su informe, ya mencionado, sobre su visita a la URSS en 1937, sección «Foreign Trade». ABI: 111/5. <<

[38] Esto no implica una crítica a Largo Caballero. La carta probablemente fue concertada con Prieto y con Negrín. Quizá incluso con Álvarez del Vayo. <<