Documento n.º 10

Informe al director general de Seguridad y al ministro de la Gobernación sobre las conexiones entre una organización de espionaje franquista y el POUM

Comisaría General de Madrid.

Servicios de contra-espionaje.

El Comisario general de Madrid tiene el honor de poner en conocimiento del Excmo. Sr. Director General de Seguridad los siguientes detalles del último servicio prestado por la Brigada Especial de la Comisaría General.

En el transcurso de los meses de abril y mayo pasados se ha descubierto y se han llevado las investigaciones oportunas sobre la organización de espionaje fascista de mayor importancia entre las desenmascaradas hasta la fecha. A diferencia de todos los grupos organizados que hemos encontrado en nuestra lucha contra el espionaje, la presente organización contaba con un número considerable de miembros que tenían a su alcance, por los puestos que ocupaban, todas las posibilidades de poner con la rapidez necesaria en conocimiento del enemigo datos sobre la situación, movimiento, armamento y planes de operaciones de las fuerzas republicanas.

Para realizar este servicio se ha utilizado una supuesta estación emisora de radio que fue montada en lugar y circunstancias adecuadas, haciendo creer a los principales enlaces de la organización que eran transmitidos por ella sus informes al enemigo. Al frente de dicha emisora se colocó a un individuo técnico en radio que contaba con la confianza de algunos elementos importantes del espionaje.

Con esta estratagema se consiguió adquirir un gran número de documentos y notas informativas que han sido la base del servicio mencionado.

Hasta el día de la fecha van detenidas más de doscientas personas por su participación en la labor de esta organización. Entre las personas de que disponía dicha organización de espionaje figuran elementos del Estado Mayor de las fuerzas que operan en los frentes del Centro y de sus unidades. Entre los detenidos militares figuran, por ejemplo, uno de los colaboradores de la Secretaría del Estado Mayor del Frente de Madrid, Capitán Luján; el Capitán de tanques Carlos Faurie; el Capitán Médico Militar Eduardo Isla Carande; el Capitán tanquista Juan Herrada (los tres últimos componían el triunvirato visible militar que trabajaba a las órdenes de la Junta Suprema de F. E.); el Teniente Máximo Prieto Arozarena, Jefe de la Comandancia de Artillería de Vallecas; Capitán Ayudante de Asalto, nombrado en los días de su detención Jefe de Estado Mayor de una Brigada en formación, Ángel Arrabal; Capitán del mismo Cuerpo Julián Sánchez Bolaños; Capitán De Benito, del arma de Artillería; Capitán Jesús Mohino Alonso, de la Junta de Compras del Ministerio de la Guerra; Comandante retirado Carlos Alfaro de Pueyo, autor de un proyecto de sublevación armada en Madrid, cuyo original obra en autos.

La organización tenía igualmente un apoyo por mediación de sus jefes en otros organismos del Estado, como por ejemplo en la Guardia Nacional Republicana, en Sanidad Militar, en Servicios de Información del Ministerio de la Guerra, en el Negociado de Defensa Antiaérea, del Ministerio de Marina y Aire, en la Cruz Roja e incluso entre la Judicatura.

Entre los detenidos figuran por otra parte una serie de destacadas figuras de derechas, representantes de la antigua aristocracia, industriales, ingenieros, arquitectos, médicos, etc.

La organización actuaba en forma estrictamente secreta y muchos de sus miembros vivían completamente ocultos al amparo de representaciones diplomáticas como las embajadas de Chile, legación de Noruega y consulado del Perú. En el registro efectuado al entrar en el último se encontró una estación receptora-emisora de radio, con claves para la comunicación con el campo faccioso, no teniendo el mismo Cónsul inconveniente en firmar el acta de ocupación. En alguna de estas representaciones, como en la embajada de Chile, siguen todavía trabajando para el enemigo, bajo protección diplomática, miembros destacados de la Junta Suprema de F. E. como Manuel Weglisson y Leopoldo Panizo, médico y jefe de la actualidad del triunvirato director de F. E. En la de Noruega podemos citar a Joaquín Arqués, conocido entre los fascistas por «Sinclair», tercer miembro del citado triunvirato.

Los documentos cifrados hallados en poder de los detenidos eran notas que contenían datos de carácter militar secreto, destinados a su transmisión al enemigo (emplazamiento de nuestras baterías en la Casa de Campo, en las márgenes del Manzanares, relación completa de las baterías antiaéreas, distribución orgánica de todos los efectivos del Ejército del Centro y planes de sus operaciones, ordenadas y arcisas (sic) de nuestras baterías, etc., notas todas de puño y letra de los detenidos).

Además de estos documentos se han encontrado otros que por ser secretos y tener carácter exclusivamente oficial hubieron de ser sustraídos de los despachos del Estado Mayor del Ejército del Centro.

Pero esta organización no sólo desarrollaba una actividad de espionaje en favor del enemigo sino que, apoyándose en sus grupos de acción introducidos en agrupaciones extremistas como el POUM y otros, preparaba para el momento más oportuno una sublevación armada.

La circunstancia de que la investigación estuviera regularmente asegurada por la existencia de informadores y el hecho de que los detenidos fueran sorprendidos «in fraganti» y se les ocuparan documentos de su puño y letra con datos militares de carácter secreto, explica el que todos los detenidos, ante la gravedad de las acusaciones que pesaban sobre ellos, hubieran de reconocer su culpabilidad.

El peligro de semejante organización de espionaje y las posibilidades que su extensión le había proporcionado pueden apreciarse por las siguientes palabras de una comunicación dirigida por la organización al «generalísimo» Franco, comunicación que se redactó sobre el reverso de un plano de Madrid milimetrado por uno de los encartados, para utilizarlo en la localización de los datos transmitidos al enemigo. En el reverso de este plano, con tinta simpática y una parte en caracteres cifrados (que han sido descifrados por el personal técnico del Estado Mayor), han sido leídas estas palabras: «Al generalísimo personalmente comunico: actualmente estamos en condiciones de comunicarle todo lo que sabemos respecto a la situación y al movimiento de las tropas rojas. Las últimas noticias radiadas por nuestra emisora prueban un serio mejoramiento en nuestro servicio de información».

El resto de la comunicación permite ver hasta qué punto representaba un serio peligro la organización de una sublevación armada en Madrid: «En cambio el agrupamiento de las fuerzas para un movimiento de retaguardia va con cierta lentitud. No obstante contamos con cuatrocientos hombres dispuestos a actuar. Éstos, bien armados y en condiciones favorables en los frentes de Madrid, pueden ser la fuerza motriz del movimiento. Su orden sobre la infiltración de nuestros hombres en las filas extremistas anarquistas y del POUM se lleva a cabo con éxito. Nos hace falta un buen jefe de propaganda, el cual llevaría este trabajo independientemente de nosotros para poder actuar con más seguridad (sigue la parte cifrada) en cumplimiento de su orden fui yo mismo a Barcelona para entrevistarme con el miembro directivo del POUM, “N”. Le comuniqué todas sus indicaciones. La falta de comunicación entre V. y él se explica por las averías que sufrió la emisora, la cual empezó a funcionar de nuevo estando yo todavía allí. Seguramente habrá recibido V. la contestación referente al problema fundamental. “N” ruega encarecidamente a V. y a los amigos extranjeros que sea yo única y exclusivamente la persona señalada para comunicarse con él. Él me ha prometido enviar a Madrid nueva gente para activar los trabajos del POUM. Con estos refuerzos, el POUM llegará a ser, a la manera que en Barcelona, un firme y eficaz apoyo de nuestro movimiento (sigue otro párrafo sin cifra): Las noticias comunicadas por conducto de “B” han perdido ya su actualidad. Pronto les comunicaremos nuevos datos. La organización de los grupos de acción se va acelerando. El asunto de las operaciones que se proyectan en el sur sigue sin aclararse».

El hecho de que la organización no persiguiera tan sólo un fin de espionaje sino grandes objetivos políticos, y de que haya sabido convertir en arma suya un partido entero (el POUM) y grupos extremistas, demuestra que no se trata de un núcleo de carácter local, sino de una organización que tenía derivaciones en casi todos los centros y provincias de la España republicana.

Poniendo todo lo que antecede en su conocimiento, considero conveniente se den las órdenes oportunas para el descubrimiento de los grupos que puedan actuar en contacto con esta organización o en dependencia de las misma en los diversos puntos del territorio nacional. En este sentido, creo en primer lugar necesario intensificar la labor de investigación en el seno del POUM, convertido como dice la mencionada comunicación «en firme y eficaz apoyo» del movimiento fascista, y reforzar, tanto en el sentido de recursos materiales como en lo que se refiere a los demás elementos el aparato de la Policía de Madrid, para poder, con la máxima energía y en un plazo brevísimo, estirpar (sic) hasta sus más hondas raíces clandestinas, y en todas sus derivaciones, estas peligrosas organizaciones de espionaje.

Igualmente, entiendo deben examinarse las posibilidades de entrada en la embajada de Chile para proceder a la detención de los miembros dirigentes de esta organización allí refugiados.

Por último, debo subrayar que el descubrimiento de una organización de tanta importancia es síntoma de una situación gravísima de nuestra retaguardia, lo cual merece desde luego ser expuesto a la consideración de las personas que en la actualidad dirigen la vida de nuestro país.

Madrid, 1 de junio de mil novecientos treinta y siete

FUENTE: AFPI, reproducido en el «Informe sobre la actuación de la policía en el servicio que permitió el descubrimiento en los meses de abril, mayo y junio de la organización de espionaje de cuyas derivaciones surgieron las detenciones y diligencias instruidas contra elementos destacados del POUM». Legajo 71-6.