Agradecimientos

Son muchas las personas que han hecho realidad este libro. A Ali Gunn, de Londres, y a su maravilloso equipo de Curtis Brown —Carol Jackson, Tally Garner, Stephanie Thwaites y muchos otros—, os agradezco la pasión con que habéis apoyado mi libro y mi carrera.

Y mi agradecimiento también a Deborah Schneider, de Nueva York. Todos vosotros habéis cambiado mi vida.

Marion Donaldson de Headline y Jennifer Weis de Saint Martin’s Press han sido las editoras más apasionadas y atentas que un autor podría desear.

Robert Bond, el mayor abogado de la propiedad intelectual de Londres, es el hombre que todo lo sabe. Gracias, Robert. Alison, por si no te lo había dicho antes, lo de la hoja de cálculo fue una gran idea.

El novelista Ron Handberg y su editor, Jack Caravela, me proporcionaron una orientación que fue de gran ayuda en una etapa crucial de la edición.

A mis muchos y maravillosos amigos de Faegre & Benson —y en especial a los abogados que se cuentan entre mis lectores y al personal que me animó—, os estoy muy agradecido. Formáis un equipo estupendo. A mis buenos amigos y lectores de la comunidad de Twin Cities —Tony Carideo, Jay Novak, Lynn Casey y muchos otros—, mis más sinceros agradecimientos por vuestros buenos deseos y buenas ideas.

Un agradecimiento especial a dos mentores de mi vida: Joyce Bartky, que me dijo que me sentara en un rincón a escribir; y Tom McNamee, cuya sabiduría y consejos modificaron mi carrera para llevarme adonde estoy ahora.

A Barb y Jerry, por cuidar tan bien de Disney cuando teníamos que marcharnos. A Janean, por leer todos mis trabajos anteriores y por esperar pacientemente (más o menos) una copia de éste. A Janice, por tu orientación y perspicacia. A Keith y Judy, esos británicos chalados. Todos sois unos amigos maravillosos.

La gente de Duluth tendrá que perdonarme por los maléficos hechos que he situado en su hermosa ciudad (en cuanto a la gente de Las Vegas, estoy seguro de que ya están acostumbrados).

Finalmente, y lo más importante, debo mi éxito a mi esposa Marcia, que siempre ha creído en mí durante los más de veinte años que llevamos juntos; y a mi familia: mis padres, hermano, primos, tías y tíos, que continúan animándome, y a los que, como Bea, Frank, Jo y Neal, me sonríen desde arriba.

Si quieren saber más cosas sobre las historias que se esconden detrás de los personajes de este libro, visiten mi página web en www.bfreemanbooks.com.

Allí encontrarán algunos episodios suplementarios.

Espero que mis lectores se sientan con plena libertad para enviarme sus mensajes electrónicos y hacerme saber su opinión sobre el libro. Haré lo posible por responder todas las cartas. También pueden utilizar la página web para mandar información sobre la novela a sus amigos. Y pueden registrarse en mi lista si quieren recibir un adelanto cuando mi próximo libro vaya a salir a la venta.