Quiero dar las gracias, como siempre, a mis agentes y editores: Ali Jun, Marión Donaldson y Diana Mackay, en Reino Unido, y Deborah Schneider y Jennifer Weis, en Estados Unidos. También he tenido el privilegio de trabajar con un numeroso equipo de agentes, editores, representantes de ventas y publicistas en todos los países que han desempeñado un importante papel en mi carrera. Les estoy agradecido a todos ellos.
A lo largo de los años he establecido una buena relación de amistad con muchos lectores y libreros, quienes son una fuente constante de inspiración y estímulo. Doy especialmente las gracias a Jean N., Mike O., Lilamae, Lynn, Amanda, Sally, Laura R, Sara W., Bonnie, Jim H., Ed K., Eric, Paul R, Christine, Lenie, Connie (y a todos en Ezzulia.nl), Ambra y Alfredo.
También quisiera dar las gracias a unos cuantos lectores anticipados que me proporcionaron valiosos consejos durante los primeros borradores de este libro, incluidos Matt Davis, Paula Tjornhom Davis y Gail Foster. Y, por supuesto, a mi esposa desde hace veinticinco años, Marcia, que lleva a cabo con placer el papel de ser mi crítica más dura (y mi mejor amiga).
Mis padres y mi familia han permanecido a mi lado en cada paso del camino, incluso aunque la distancia nos haya mantenido separados. Gracias por haber creído en mí durante todos estos años. Y lo mismo puede aplicarse a nuestros queridos amigos y vecinos Barb y Jerry.
Stride y Serena siguen viviendo en un chalé del Park Point en Duluth, que puede visitar usted mismo en www.cottageonthepoint.com. Muchas gracias a Pat y Bill Burns por su continua hospitalidad cuando Marcia y yo vamos a Duluth.
Como siempre, pueden escribirme a brian@freemanbooks.com.