LONDRES (Reuters): Una momia, supuestamente del cuerpo del Moisés bíblico, y los manuscritos originales en papiro que se afirma que contienen el sexto libro de Moisés, fueron entregados hoy a las autoridades egipcias.
El grupo de científicos internacionales que investigará la momia y el antiguo texto empezarán a trabajar el lunes.
Al parecer, el hallazgo ha sido posible gracias al descubrimiento de varias cámaras mortuorias en Noruega e Islandia, pero está menos clara la relación entre los hallazgos arqueológicos noruegos y los egipcios.
Un portavoz del Vaticano, el cardenal T. K. Bertone, afirma que sólo tienen noticia del hallazgo de la momia y los manuscritos a través de los medios y que dan por sentado que «las heréticas afirmaciones» serán rebatidas próximamente. Según el Vaticano, el Pentateuco, tal y como aparece en la Biblia, «nos fue dado por Dios».
—¿QUÉ QUIEREN decir cuando afirman que el Vaticano tiene en su poder una copia de este… manuscrito…, cardenal obispo?
Ante la ira del Papa, el cardenal obispo empezó a juguetear nerviosamente con la gran cruz que llevaba colgada de la cadena de oro.
—Santo Padre —dijo—, nuestros predecesores confiscaron la copia en copto que el sumo sacerdote Asim hizo del manuscrito, allá por el siglo XI. Así que cuando, quinientos años más tarde, la momia y el texto original aparecieron en Santo Domingo, el papa Julio II y el cardenal obispo Castagna pensaron que lo mejor era que continuaran allí.
El cardenal obispo tendió al Papa un documento empalidecido con el acta de la reunión entre Julio II y Castagna.
—Pero ¿por qué? —preguntó el Papa.
—Supongo que no querían generar inseguridad, Su Santidad.
El Papa miró fijamente al cardenal obispo con una mezcla de asombro y enfado.
—Y esto se ha mantenido en secreto…
—¡Por supuesto, Santo Padre!
—¿… Incluso para los papas que sucedieron a Julio II?
—Algunas cosas, Su Santidad, es mejor que las manejen sus humildes subordinados, sin que Su Santidad se vea involucrado por su conocimiento.
WASHINGTON, D. C. (Reuters): La mayor colección privada del mundo de libros, documentos, cartas y mapas ha sido donada a The Library of the Congress.
La colección del Palacio Miércoles en Santo Domingo —que consiste en varios millones de títulos—, se ha puesto a disposición del público en la estela del asesinato no resuelto de Esteban Rodríguez y el descubrimiento de la así llamada momia de Moisés y los manuscritos originales de los libros de Moisés.
Según el conservador en jefe de la Biblioteca del Congreso, Tommy Manning, la donación tiene un valor histórico-cultural incalculable.
EL CAIRO, Egipto (AP): Los líderes estatales de más de cincuenta países estarán presentes cuando la denominada momia de Moisés sea devuelta mañana a su cámara funeraria originaria, a las afueras de la ciudad de Luxor. El presidente de Egipto presidirá la ceremonia.
La momia, de más de tres mil años de antigüedad, permanecerá allí hasta que se decida si la cámara mortuoria se abrirá al público o si se va a construir un monumento propio para el cuerpo, ya sea en Luxor, en El Cairo o en Jerusalén.
Ni las autoridades egipcias ni los líderes religiosos se han pronunciado aún sobre si la momia, en el futuro, descansará sobre un lit de parade.
Ningún representante del Vaticano ni de las organizaciones judías estará presente en la ceremonia de mañana. También los imanes islámicos más destacados boicotearán el acto.
Según un portavoz del Vaticano, el Papa no reconoce que la momia sea la del Moisés del Antiguo Testamento. En una bula papal se dice además que los manuscritos bíblicos son «falsificaciones centenarias creadas por paganos para extender la duda y herejía».
El portavoz afirma que al Vaticano no le cabe duda de que el grupo de investigadores designado no tardará en desenmascarar lo que denominan un «fraude malintencionado y herético».
LA NOCHE que la momia fue trasladada a hombros a su cámara mortuoria original los haces de luz de los focos acariciaban el cielo estrellado.
La ceremonia fue retransmitida en directo por televisión a todo el mundo. Una imponente serie de artistas actuó en el escenario provisional que se construyó a los pies del Templo de Amón Ra.
En algunas de las fotografías de la tribuna, los telespectadores podían distinguir a un hombre pálido y de pelo blanco, con unas gruesas gafas de sol, sentado entre una mujer de mediana edad con cascadas de alegres rizos y un escuálido anciano de nariz aguileña.
Bjørn, Beatriz y el Conservador eran los invitados de honor. Se habían tomado unos días libres del Instituto Schimmer, donde apoyaban al grupo de investigadores que trabajaban en la restauración y traducción de los antiquísimos textos en papiro.
Aquella misma mañana, en el hotel de Luxor, Bjørn le había escrito un correo electrónico a Thrainn, Terje, Øyvind, Laura y todos los que le habían prestado ayuda. «Queridos amigos —decía el correo—, tal vez suene un poco pomposo, pero esta noche se cumplirá por fin la promesa que hicieron los custodios hace mil años. Somos los últimos custodios, colegas. El trabajo está terminado».
La ceremonia se cerró en torno a medianoche con fuegos artificiales. Miles de cohetes fueron lanzados al cielo y explotaron en cegadoras llamaradas, alegres colores y una relumbrante llovizna de plata. Una paloma blanca emprendió el vuelo desde su nido en lo alto de los peñascos y echó a volar hacia el oscuro silencio del desierto, pero eso no lo vio nadie.
DEL SEXTO LIBRO DE MOISÉS
Y cuando Moisés hubo conducido a los israelitas fuera de Egipto y les hubo enseñado el camino hacia Canaán, tal y como le había ordenado el Señor, retornó con el faraón.
Le aguardaban en el palacio el faraón, los hechiceros, los sumos sacerdotes y la corte.
Y Moisés cayó de rodillas y dijo:
—¡El Señor me ordenó que sacara de Egipto al pueblo de Israel, tribu por tribu! Y eso he hecho.
Dijo el faraón:
—¡Pero a mí, a tu padre, lo has traicionado!
Y entonces dijo Moisés:
—Lo que me ordenó el Dios de Israel lo he cumplido.
Entonces el rey de los egipcios se enfureció y dijo:
—¡Me has traicionado a mí, a tu pueblo y a tu reino, y tu sentencia es la muerte!
Y Moisés dijo:
—Así rezan las palabras del rey.
Al ser Moisés de estirpe real, le permitieron elegir el modo de morir, y Moisés escogió una mezcla de veneno, miel y vino.
Se lo llevaron fuera de la presencia del faraón, a una de las cámaras del palacio, y allí le dieron un cáliz lleno de veneno, miel y vino.
Y mira, una paloma pasó volando y arrojó su sombra sobre la cámara.
Entonces Moisés vació el cáliz y, mientras aguardaba a que el veneno le paralizara el corazón, dijo:
—El templo más sagrado lo encontrarás en tu propio corazón. Cuando rezas al Señor tu Dios, Él y tú sois uno. Él siempre está contigo y en ti, y tú has de encontrarlo en ti, porque tú y el Señor sois uno, tal y como Él es uno con todo lo que ha creado y con el Dios verdadero de Barbelo. No buscarás el paraíso, porque ya lo has encontrado, y está en ti.
Y entonces se derrumbó.
Así murió Moisés, el servidor del Señor, allá, en el palacio del faraón. Y lo enterraron en secreto en una cámara mortuoria junto al río. Y en la cámara mortuoria, Moisés descansará eternamente, porque hasta el día de hoy nadie sabe dónde está su sepulcro.
Dios no tiene religión.
MAHATMA GANDHI
FIN