33

El regreso a Trantor fue una prueba traumática para el robot que había sido Dors Venabili. Pronto tendría una nueva identidad, y cumpliría un nuevo papel en los planes de R. Daneel Olivaw. Pero por ahora el aterrizaje y el desembarco le recordaban ese día de décadas atrás en que había llegado a Trantor por primera vez, antes de conocer al hombre que estaba programada para custodiar y proteger.

Antes de Hari.

Trantor no había cambiado mucho en el tiempo transcurrido desde la muerte de Dors, pero los pocos cambios que ella vio no eran positivos. Trantor lucía descuidado, menos imponente, más decrépito. El de los domos estaba mucho más cuarteado, las aceras deslizables eran menos eficientes y más propensas a los desperfectos. Los olores, sin embargo, eran los mismos y la gente era muy parecida.

Aun las circunstancias eran las mismas. La última vez que ella había viajado a Trantor había ido con Daneel. Cada cual había seguido su camino al llegar, pero ahora estaban juntos, y Dors temía el plan que sin duda Daneel estaba tramando. Dors tenía un diseño bastante humano y podía sentir emociones humanas —entre ellas el miedo y el amor—, pero Daneel quería poner a prueba su determinación, como robot, y su fuerza. Si fracasaba, ella no le serviría de nada.

Daneel hablaba poco, pero la llevó al apartamento seguro de las cercanías de Streeling, donde se mudaron de ropa y cogieron sus nuevos documentos de identidad trantorianos. Con un leve ajuste de su apariencia física, ya modificada, y sus rasgos externos, entre ellos las huellas dactilares y la genética de los tejidos externos, se convertiría en Jenat Korsan, una profesora de Paskann. Lodovik adoptaría la identidad de un corredor de comercio de la provincia de Dau, rica en metales. Como Rissik Numant de Dan de los Mil Soles Dorados, pasaría varios años en Trantor, realizando una peregrinación personal.

El apartamento era pequeño y estaba situado en la pobre municipalidad de Fann, a menos de diez kilómetros de Streeling. Dors conocía el lugar. Había estado allí varias veces antes de unirse a Hari. Si antes era un poco precario, ahora era precario y sórdido; la policía rara vez iba allí a menos que fuera estrictamente necesario.

Se quedaron en el apartamento dos días, tiempo suficiente para que las manipulaciones de Daneel se expandieran por las redes de identidad de Trantor.

Luego siguieron adelante…

Dors esperaba no dirigirse hacia una recaída catastrófica, un insoportable retorno a su viejo estado de ánimo. La gran dificultad era que con Hari Seldon ella se había sentido realmente útil por primera vez en su existencia, y para su aspecto humano esa importancia se había traducido en felicidad. Ahora era demasiado consciente de que no era humana.

Ni era feliz.