Con el transcurso de los siglos crece la leyenda de Hari Seldon, el hombre brillante, sabio y triste que trazó el curso del futuro humano en el viejo Imperio. Pero también medran los enfoques revisionistas, y no siempre se pueden desechar fácilmente. Para entender a Seldon, a veces sentimos la tentación de remitirnos a textos apócrifos, mitos, incluso cuentos de hadas de esos tiempos remotos. Nos frustran las contradicciones de los documentos incompletos y esos textos que parecen hagiografías.

Sabemos, sin necesidad de remitirnos a los revisionistas, que Seldon era brillante, y que Seldon fue la clave. Pero Seldon no era un santo ni un profeta divinamente inspirado, y por cierto no actuó a solas. Los mitos más convincentes nos hablan de…

Enciclopedia Galáctica, 117ª edición, 1054 E. F.