Entran JAIME y NOBLES, [vestidos] de cazadores.
JAIME
¿Quién mató al ciervo?
NOBLE
Fui yo, señor.
JAIME
Llevadle ante el duque como un conquistador romano. Y no estaría mal ponerle en la cabeza los cuernos del ciervo como emblema de victoria. ¿Sabéis alguna tonada para esta ocasión, cazador?
NOBLE
Sí, señor.
JAIME
Cantadla. No importa que desafinéis con tal que haya ruido.
[TODOS] Música, canción[47].
¿Qué se le da al cazador?
La piel del ciervo y los cuernos.
Sea escoltado y canten el bordón.
Lleva tus cuernos sin chistar,
pues son cimera inmemorial.
Tu abuelo siempre los llevó;
tu padre nunca los rehusó.
El cuerno alegre, el cuerno fiel,
no es un motivo de desdén.
Salen.