ESCENA IV

Entran ROSALINA y CELIA.

ROSALINA

CELIA

ROSALINA

CELIA

ROSALINA

CELIA

ROSALINA

CELIA

ROSALINA

CELIA

ROSALINA

CELIA

ROSALINA

CELIA

ROSALINA

CELIA

ROSALINA

CELIA

ROSALINA

CELIA

Entra CORINO.

CORINO

Queridos amos, solíais preguntarme

por el pastor que penaba de amores.

Le visteis en el prado sentado junto a mí

alabando a la altiva e ingrata pastora

que es su amada.

CELIA

¿Y qué le ocurre?

CORINO

¿Queréis ver una auténtica función

entre la pálida faz del amor verdadero

y la brasa del desprecio y el desdén?

Pues venid y os la mostraré

si deseáis presenciarla.

ROSALINA

Ven, vámonos de aquí.

Ver enamorados alimenta a los que aman.

Llevadnos allá y así podréis ver

que en esa función yo tengo un papel.

Salen.