LA LETANÍA ELECTROMAGNÉTICA
Franjas del espectro
Demos gracias por la luz, que se extiende más allá de nuestra visión.
Humillémonos ante el calor.
Bendigamos la energía que nos santifica.
Bendito sea Balmer, que nos dio las longitudes de onda.
Bendito sea Bohr, que nos dio la comprensión.
Bendito sea Lyman, que trascendió la visión.
Recitemos ahora las franjas del espectro.
Benditas sean las ondas largas de radio, que oscilan lentamente.
Benditas sean las ondas medias de radio, que a Hertz agradecemos.
Benditas sean las ondas cortas, eslabones de la humanidad, y benditas sean las microondas.
Benditos sean los infrarrojos, portadores del calor vivificador.
Bendita sea la luz visible, magnificente en angstroms.
(Sólo en festividades señaladas: Bendito sea el rojo, sagrado para Doppler. Bendito sea el naranja. Bendito sea el amarillo, santificado por la mirada de Fraunhofer. Bendito sea el verde. Bendito sea el azul por su línea de hidrógeno. Bendito sea el añil. Bendito sea el violeta, henchido de energía.)
Benditos sean los ultravioletas, portadores de la riqueza solar.
Benditos sean los rayos X, sagrados para Roentgen, que los sondeó a fondo.
Benditos sean los gamma, en toda su energía; benditas sean las frecuencias más altas.
Demos gracias a Planck. Demos gracias a Einstein. Demos gracias en especial a Maxwell.
¡En nombre del espectro, del cuanto y del sagrado angstrom, paz!