Notas a SEGUNDA PARTE

[1] Antoine Mizauld (1510-1578), médico y astrólogo, fue autor de más de una cuarentena de obras sobre astronomía, botánica, meteorología y medicina. <<

[2] Este «Señor», «amo» o «superior», citado a menudo en el tratado, puede ser tanto el rey como un príncipe, un ministro o un superior eclesiástico. <<

[3] La cita es de los Sermones sobre el Cantar de los Cantares de Bernardo de Clairvaux (1090-1153), monje cisterciense, cuyas obras alcanzaron diez ediciones sucesivas en París en el siglo XVII. <<

[4] Johannes von Trittenheim (1462-1516), conocido como Tritenio, humanista y teólogo, se interesó asimismo por las ciencias naturales, si bien su pasión por la cábala y la alquimia lo llevó a ser tenido por nigromante. Su obra Polygraphia cum clave seu enucleatorio, sobre los alfabetos secretos, fue traducida al francés en 1561. <<

[5] Gregorio Nacianceno (330-390), padre de la Iglesia griega, teólogo y poeta. <<

[6] Cabe suponer que a los caballos les entra el pánico con el olor a lobo. <<

[7] Se trata del Regtnae Eloquentiae Valatium sive Exercitationes oratoriae, tratado publicado en 1641, obra de Gérard Pelletier, profesor de gramática y de retórica. <<

[8] Se atribuía a Arnau Vilanova (ca. 1235-1311) el célebre médico, reformista espiritual y escritor, la invención de los licores espiritosos. <<

[9] Bartolomeo Sacchi, llamado el Platina (1421-1481), escritor y humanista italiano. Autor de numerosos escritos de asunto historiográfico, político y religioso, su mención en el texto se debe a su obra De honesta voluptate et valetudine, un estudio sobre temas culinarios que, desde su publicación en 1475, gozó de gran éxito. Marco Gavio Apicio (ca. 25 a.C.-39 d.C.), poseedor de una inmensa fortuna, se dedicó a la gastronomía más refinada y compuso un tratado sobre recetas de cocina. Ahora bien, la obra que se ha conservado a nombre de Apicio, el De re coquinaria, debe datarse hacia los siglos IV o V. <<