El general José Sanjurjo Sacanell (1872-1936) debía volar desde Lisboa a Burgos para asumir allí a jefatura del Estado Nacional. El piloto Juan Antonio Ansaldo iba a trasladarle. Poco después de efectuar el despegue en Cascaes y por causas nunca aclaradas, el avión se estrelló. Sanjurjo murió carbonizado. A la izquierda (abajo) se ve, aunque confusamente, el cuerpo del general.