Epílogo

Narices indiscretas

En nuestros días también hay filósofos. Hay muchas personas que no se conforman con lo que se da por supuesto, sino que siguen metiendo las narices como sus antepasados amantes de la sabiduría: Hillary Putnam, Noam Chomsky, Luce Irigaray, Charles Taylor, Nicolas Grimaldi, Michele Le Doeuff, John Searle, Pierre Bourdieu, Daniel Dennett, Alain de Botton, Julia Kristeva, Alasdair MacIntyre, Carole Pateman, Saul Kripke, Michel Onfray, Peter Sloterdijk, Ágnes Heller, René Girard, Alvin Plantinga, Leszek Kolakowski…

En nuestro país también hay filósofos. Hay muchas narices indiscretas dispuestas a seguir el rastro que nos lleva a una mayor comprensión de la realidad y de nosotros mismos: Xavier Rubert de Ventos, Javier Sádava, Leonardo Polo, Adela Cortina, Javier Echeverría, Eugenio Trías, Amelia Valcárcel, Gustavo Bueno, José Gómez Caffarena, Alejandro Llano, Victoria Camps, Jesús Mosterín, Francesc Canals, Emilio Lledó, Fernando Savater, José Luis Pardo, Francesc Torralba, Celia Amorós, Daniel Innerarity, José Antonio Marina… y un largo etcétera, que demuestra, contra los olfatos más pesimistas, que a la filosofía le quedan todavía muchas, pero que muchas narices.

Ellos seguirán metiendo las narices… y yo también.