Familia y vecinos:
Flavia Albia: lista para cualquier situación, sin esperar nada bueno.
Marco Didio Falco y Helena Justina: su padre y su madre, padres típicos.
Julia y Favonia: sus hermanas pequeñas, chicas normales.
Póstumo: su hermanito, un chico muy raro.
Hurón: en busca de problemas.
Junilio: un primo, sordo pero no tonto.
El difunto Léntulo: un buen hombre que murió joven.
Rodan: un nefasto gladiador que no morirá.
Prisca: la dueña de unos baños.
Serena: su pequeña y fuerte masajista.
Cloe y Zoé: chicas gladiadoras, grandes y fuertes.
La familia Mythembal: tapadera local de Albia.
Robigo: un zorro urbano.
Tito Morelo: investigador de los vigiles, inútil pero servicial.
Casio Escauro: su superior, un tribuno inferior.
Félix: el cochero de Falco, un señuelo.
Kicker: su mula, que se mueve con elegancia.
Piddle, Diddle y Willikins: tres gallinas involucradas en un incumplimiento de la ley.
Los muertos y sus dolientes:
Lucio Basso: fallecido a la edad de tres años, una tragedia.
Salvidia: fallecida, la clienta que nunca paga.
Metelo Nepote: un cliente engañado que sí paga.
Celendina: una víctima anciana que habló demasiado.
Kylo: su hijo, que no recuerda nada.
Lupo: fallecido, quince años, otra tragedia.
El padre y los hermanos de Lupo: que no vieron nada sospechoso.
Julio Viator: veintitrés años, en forma, aburrido y fallecido.
Casiana Clara: su desolada viuda, que oculta algo.
Laia Gratiana: en el culto de Ceres, una mujer con un pasado.
Venusia: su criada, que no dice nada.
Marcia Balbila: una rival iniciada en el culto, una mujer de sorpresas.
Ino: su criada, fallecida, un recuerdo conmovedor.
Un director de funeraria: le va bien alejado de todo esto.
Otras partes implicadas:
La diosa Ceres: proporciona abundancia (de problemas).
Andrónico: un archivista, un partido curiosamente atractivo.
Tiberio: un agente secreto con preguntas que contestar.
Manlio Fausto: un edil plebeyo, una incógnita.