Abundio. — Tonto.
Aguaíllas o Aguadillas. — Mojadura leve o inmersión rápida.
Aguilando. — (Por aguinaldo).
«Anade» (el «Hermano»). — Se llama así a un viejo bodeguero que se cayó en una tinaja y estuvo nadando hasta que lo sacaron.
Asura. — (En la acepción de sofoco, vergüenza).
Bacín. — Excesivamente curioso, metomentodo.
Bacinear. — Curiosear.
Candorro. — Rústico.
Caneloso. — Zalamero. Que se comporta como un perro canelo cuando lo acarician.
Catral. — Pintorescamente exagerado. Tremendo.
Cima (ser un). — Tonto (posible apócope de cimarrón).
Cobete. — Cohete.
Contao (al). — En seguida, de contado.
Copero (dar copero a una cosa). — Dar forma, solucionar un problema, calma, solemnidad.
Descacharse. — Hacerse cachos, destrozarse.
Descuartao. — Que está sin dinero, sin cuartos.
Encanarse.— En sentido de mirar con fijeza, con obsesión.
Empotre. — Nudo de unión entre tinaja y tinaja hecho de piedra y yeso.
Oraje. — Estado del tiempo, sea bueno o malo.
Pita. — Órgano viril. Pene.
Quiquilicuatre. — Asentimiento, confirmación de lo que se escucha. En el lenguaje familiar equivale a decir «exactamente».
Rafita. — Se dice de la mujer agria, desdeñosa, rápida en el decir.
Revinar (en la acepción de recordar, de darle vueltas a una idea o suceso pasados).
Sinaco. — Torpe, tonto, sin gracia.
Tiberio. — Jaleo, desorden, trifulca, juerga.
Virulo. — Hombre de campo, más concretamente viñero, en sentido despectivo.
Zurra. — Especie de sangría hecha generalmente con vino blanco, agua, azúcar y fruta.