Historia de seducción y chantaje, El primo Basilio (1878) es también retrato de las pequeñeces y miserias de una sociedad y de una clase social dominadas por el peso asfixiante de la mediocridad, e integra, junto con Madame Bovary, La Regenta, Ana Karenina y Effi Briest, la brillante constelación de lo que podría llamarse «novelas de adulterio» del siglo XIX. Si en El crimen del padre Amaro. José Maria Eça De Queirós (1845-1900) arremetía contra el oscurantismo y la hipocresía de la Iglesia católica en el medio rural, El primo Basilio nos desplaza al escenario de una languideciente Lisboa, para alumbrar, a lo largo de su apasionante relato, un variado elenco de personajes en el que destacan, entre otros, la desdichada Luisa, el canallesco Basilio o la amargada Juliana, acaso el más vigoroso de la novela en su trágico resentimiento.