CCXI

Jalisco

De Tecoantepec miden novecientas y treinta leguas hasta el cabo del Engaño, costeando el mar Bermejo; las cuales descubrieron Cortés y sus capitanes en diversos tiempos y navíos, salvo ciento y cincuenta leguas que descubrió Nuño de Guzmán en la costa de Jalisco. Fue Nuño, de Guzmán gobernador en Panuco y presidente de México; de donde, porque le quitaban del cargo por querellas, que de él hubo, salió a conquistar a Jalisco, año de 31, con doscientos y cincuenta caballos y quinientos españoles, muchos de los cuales llevó apremiados. Pasó por Mechuacán, donde tomó al rey Cazoncín diez mil marcos de plata y mucho oro bajo, y otros seis mil indios para carga y servicio de su ejército y viaje, y aun lo quemó con otros muchos indios principales, porque no se pudiese quejar. Entró luego en la provincia de Jalisco, y conquistó a Centliquipac, Chiametlán, Tonalla, Cuixco, Chamola, Culhuacán y otras tierras, en que le mataron hartos españoles, ca son valientes y muchos allí. Día le vino de pelear con veinte mil; mató también él y cautivó asaz indios. Llamó a Centliquipac la Mayor España; a Jalisco, la Nueva Galicia, por ser región áspera y de gente recia. Pobló allí a Compostela, porque conformase el nombre con la de España; pobló en Tonalla a Guadalajara, por ser él natural de la nuestra; pobló las villas del Espíritu Santo, Concepción y San Miguel, que cae a treinta y cuatro grados. En Chiametlán visten las mujeres hasta los pies. Los hombres van con mantas cortas y traen zapatos de cuero, y llevan la carga en palos sobre los hombros, y una vez se rebelaron porque los cargaban en las espaldas, teniéndolo por afrenta. Ellas casi en todo este reino son grandes y hermosas; ellos, recios y belicosos: sus armas son como en México; empero no traen los señores y capitanes arma ninguna en la guerra, sino unos bastones con que sacuden al que no pelea o se desmanda o no guarda orden. Cuando no tienen guerra siguen la caza, que son gentiles flecheros. Es la tierra fértil y rica de plata y de cera y miel. Adoran ídolos, comen hombres y usan otros malos pecados. Prendieron a Nuño de Guzmán por quejas y agravios, y pusieron una audiencia de cuatro alcaldes, a la manera [303] de nuestra Galicia. El primer obispo de Jalisco fue Pedro Gómez de Malaver.