Lo que aconteció a Pedro de Alvarado en el Perú
Publicada la riqueza del Perú, negoció Pedro de Alvarado con el emperador una licencia para descubrir y poblar en aquella provincia donde no estuviesen españoles: y habida, envió a Garci Holguín con dos navíos a entenderlo que allá pasaba; y como volvió loando la tierra y espantado de las riquezas que con la prisión de Atabaliba todos tenían, y diciendo que también eran muy ricos Cuzco y el Quito, reino cerca de Puerto Viejo, determinóse de ir allá él mismo. Armó en su gobernación, el año de 1535, más de cuatrocientos españoles y cinco naos, en que metió muchos caballos. Tocó en Nicaragua una noche, y tomó por fuerza dos buenos navíos que se aderezaban para llevar gentes, armas y caballos a Pizarro. Los que habían de ir en aquellos navíos holgaron de pasar con él antes que esperar otros; y así tuvo quinientos españoles y muchos caballos. Desembarcó en Puerto Viejo con todos ellos y caminó hacia Quito, preguntando siempre por el camino. Entró en unos llanos de muy espesos montes, donde presto perecieran sus hombres de sed, la cual remediaron acaso, ca toparon unas muy grandes cañas llenas de agua. Mataron el hambre con carne de caballos, que para eso degollaban, aunque valían a mil y más ducados. Llovióles muchos días ceniza, que lanzaba el volcán del Quito a más de ochenta leguas, el cual echa tanta llama y trae tanto ruido cuando hierve, que se ve más de cien leguas, y según dicen, espanta más que truenos y relámpagos. Abrieron a manos buena parte del camino: tales boscajes había. Pasaron también unas muy nevadas sierras, y maravilláronse del mucho nevar que hacía tan debajo la Equinoccial. Heláronse allí [187] sesenta personas; y cuando fuera de aquellas nieves se vieron, daban gracias a Dios, que de ellas los librara, y daban al diablo la tierra y el oro, tras que iban hambrientos y muriendo. Hallaron muchas esmeraldas y muchos hombres sacrificados, ca son los de allí muy crueles, idólatras, viven como sodomitas, hablan como moros y parecen judíos.