XCIV

Isla de Zebut

Zebut es grande, rica y abundante isla. Está desviada de la Equinoccial a nosotros diez grados. Lleva oro, azúcar y jenjibre. Hacen porcelanas blancas y que no sufren yerbas. Recuecen el barro cincuenta años, y algunas veces más. Van desnudos por la mayor parte. Úntanse con aceite de coco cuerpo y cabellos, y précianse de tener la boca y dientes rojos, y para los embermejar mascan areca, que es como pera, con hojas de jazmín y de otras yerbas. La reina traía una ropa larga de lienzo blanco y un sombrero de palma, con su corona papal de lo mismo; lo cual y el color de areca que tenía en la boca, no le parecía mal. El rey Hamabar vestía solamente unos pañicos de algodón y una escofia bien labrada. Traía una cadena de oro al cuello y zarcillos de lo mismo, con perlas y piedras muy finas. Tañía vihuela con cuerdas de alambre, y bebía de las porcelanas con una caña, cosa de risa para los nuestros. Teniendo cebada, mijo, panizo y arroz, comen pan [144] de palmas, rallado y fruto. Destilan muy gentil vino blanco de arroz, y encalabria reciamente. También barrenan las palmas y otros árboles para beber lo que lloran. Hay en Zebut una fruta que llaman cocos. Es el coco a manera de melón, más largo que gordo, envuelto en muchas camisillas como palmito, de que hacen hilo como de cáñamo. Tiene la corteza como la calabaza seca, empero muy más dura; la cual, quemada y hecha polvos, es medicinal. La carne que dentro se hace parece mantequilla en lo blanco y blando, y es sabrosa y cordial. Si menean el coco alrededor y lo dejan así algunos días, se torna un licor como aceite, suave y saludable, con que se untan a menudo. Si le echan agua, sale azúcar; si lo dejan al sol, vuélvese vinagre. El árbol es casi palma, y lleva los cocos en racimos. Danles un barreno al pie de una hoja, cogen lo que destilan en cañas como el muslo, y es gentil bebida, sana y tenida en lo que acá el vino. Hay peces que vuelan, y unas aves como grajas, que llaman laganes, las cuales se ponen a la boca de las ballenas y se dejan tragar, y como se ven dentro, cómenles los corazones y mátanlas. Tienen dientes en el pico, o cosa que lo parecen, y son buenos de comer.