La tierra del Labrador
Muchos han ido a costear la tierra del Labrador por ver adónde llegaba y por saber si había paso de mar por allí para ir a las Malucas y Especiería, que caen, como en otro lugar diremos, sobre la línea Equinoccial, creyendo acortar mucho el camino, habiéndole. Castellanos lo buscaron primero, como les pertenecen aquellas islas de las Especias y por saber conocer la tierra [57] por suya. Y portugueses también, por atajar navegación, si lo hubiera, y enredar el pleito que sobre ellas traían, para nunca lo acabar; y así, fue allá Gaspar Cortes Reales, el año de 1500, con dos carabelas. No halló el estrecho que buscaba. Dejó su nombre a las islas que están a la boca del golfo Cuadrado y en más de cincuenta grados. Tomó por esclavos hasta sesenta hombres de aquella tierra, y vino muy espantado de las muchas nieves y 7 heladas, ca se hiela el mar por allá reciamente. Son los de allí hombres dispuestos, aunque morenos, y trabajadores. Píntanse por gala y traen zarcillos de plata y cobre; visten martas y pieles de otros muchos animales, el pelo adentro de invierno y afuera de verano; apriétanse la barriga y muslos con entorchados de algodón y nervios de peces y animales; comen pescado más que otra cosa, especial salmón, aunque tienen aves y frutas. Hacen sus casas de madera, que hay mucha y buena, cúbrenlas de cuero de peces y animales, en lugar de tejas. Dicen que hay grifos, y que los osos, con otros Muchos animales y aves, son blancos. En esta tierra, pues, e isla andan y viven bretones, que conforman mucho con su tierra, y está en una misma altura y temple. También han ido allá hombres de Noruega con el piloto Joan Scolvo, e ingleses con Sebastián Gaboto.