XXVI

El sitio de la isla Española y otras particularidades

En lengua de los naturales de aquella isla se dice Haití y Quizqueia. Haití quiere decir aspereza, y Quizqueia, tierra grande. Cristóbal Colón [45] la nombró Española; ahora la llaman muchos Santo Domingo, por la ciudad más principal que hay en ella. Tiene la isla en largo de este a oeste ciento y cincuenta leguas, y de ancho cuarenta, y boja más de cuatrocientas. Está de la Equinoccial al norte en diez y ocho y en veinte grados; ha por aledaños de la parte de levante la isla Borinquen, que llaman San Joan, y del poniente a Cuba y Jamaica; al norte, las islas de los Caníbales, y al sur, el cabo de la Vela, que es en Tierra-Firme; hay en ella muchos y buenos puertos, grandes y provechosos ríos, como son Hatibanico, Yuna, Ozama, Neiva, Nizao, Nigua, Hayna y Yaques, el que por sí entra en la mar; hay otros menores, como son Macorix, Cibao y Cotuy. De ellos, el primero es rico de pescado, y los otros, de oro. Dos lagos hay notables, uno por su bondad y otro por su extrañeza. El que está en las sierras donde nace el río Nizao, a nadie aprovecha y a todos asombra, y pocos lo ven. El de Xaragua es salado, aunque recibe muchos arroyos y ríos dulces, a cuya causa cría infinitos peces, y entre ellos grandes tortugas y tiburones; está cerca de la mar, y tiene diez y ocho leguas. Eran sus riberas muy pobladas; sin las salinas de Puerto-Hermoso y del río Yaques, hay una sierra de sal en Hainoa, que la cavan como en Cardona de Cataluña. Hay mucho color azul y muy fino, infinito brasil y mucho algodón y ámbar; riquísimas minas de oro, y aun lo cogían en lagunas y por los ríos; también hay plata y otros metales. Es tierra fertilísima; y así había en ella un millón de hombres, que todos o los más andaban en puras carnes, y si alguna ropa se ponían, era de algodón. Son estos isleños de color castaño claro, que parecen algo tiriciados, de mediana estatura y rehechos; tienen ruines ojos, mala dentadura, muy abiertas las ventanas de las narices, y las frentes demasiado anchas; ca de industria se las dejan así las comadres por gentileza y reciura; ca si les dan cuchillada en ella, antes se quiebra la espada que el casco. Ellos y ellas son lampiños, y aun dicen que por arte; pero todos crían cabello largo, liso y negro.