Prisión de Cristóbal Colón
Ensoberbecióse Bartolomé Colón con la victoria de Guarionex y con el próspero curso que ya llevaban las cosas de su hermano y las suyas, y no usaba de la crianza que primero con los españoles, por lo cual se agraviaba mucho Roldán Jiménez, alcalde mayor del almirante, y no le dejaba usar de poder absoluto, como quería, contra su cargo y oficio. En fin, que riñeron, y aun dicen que Bartolomé Colón le amagó o le dio. Y así se apartó de él con hasta setenta compañeros, que también ellos estaban sentidos y quejosos de los Colón; empero protestaron todos que no se iban por deservir a sus reyes, sino por no sufrir a genoveses; y con tanto se fueron a Jaragua, donde residieron muchos años. Y después, cuando Cristóbal Colón lo llamó, no quiso ir, y así lo acusó de inobediente, desleal y amotinador, en las cartas que sobre ello escribió a los Reyes Católicos, diciendo que robaba a los indios, forzaba las indias, acuchillábalos vivos y hacía otros muchos males; y también que le había tomado dos carabelas como iban cargadas de España, y detenidos los hombres con engaños. Roldán y sus compañeros escribieron también a sus altezas mil males de Cristóbal Colón y de sus hermanos, certificándoles que se querían alzar con la tierra; que no dejaban saber las minas ni sacar oro sino a sus criados y amigos; que maltrataban los españoles sin causa ninguna, y que administraban justicia por antojo más que por derecho, y que había el almirante callado y encubierto el descubrimiento de las perlas que halló en la isla de Cubagua, y que se lo tomaban todo y a nadie daban nada, aunque muy enfermos y valientes fuesen. Enojése mucho el rey de que anduviesen las cosas de Indias de tal manera, y la reina mucho más, y despacharon luego allá a Francisco de Bobadilla, caballero del hábito de Calatrava, por gobernador de aquellas partes y con autoridad de castigar y enviar presos a los culpados. El cual fue a la Española con cuatro carabelas el año de 1499. Hizo en Santo Domingo pesquisa sobre la comisión que llevaba, y prendió a Cristóbal Colón y a sus hermanos Bartolomé y Diego. Echóles grillos y enviólos en sendas carabelas a España. Como fueron en Cádiz y los reyes lo supieron, enviaron un correo que los soltase y que viniesen a la corte. Oyeron piadosamente las disculpas que les dio Cristóbal Colón, revueltas con lágrimas: y en pena de alguna culpa que debía tener, o por quitar semejante bullicio o porque no pensasen que se les debía de dar para siempre la gobernación de aquella tierra a ellos, la quitaron de gobernador, cosa que mucho sintió; y aun cuando le dejaron tornar allá, fue harto, según sus negocios estaban enconados y desfavorecidos. [43]