El sitio de la tierra
Parecerá vanidad querer situar la grandeza de la tierra, y es fácil cosa, pues su sitio está en medio del mundo. Sus aledaños es la mar que la rodea. No lo sé decir más breve ni más verdadero. Mela dice que son oriente y poniente, [18] septentrión y mediodía, y aun David apunta lo mismo en el salmo ciento y seis. Notabilísimas señales y mojones son estas cuatro para el cielo, donde están, aunque también señalan la tierra maravillosamente; y así, regimos la cuenta y caminos de ella por ellas. Eratóstenes no puso sino los polos norte y sur aledaños, partiendo la tierra con el camino del sol; y Marco Varrón loa mucho esta repartición, por muy conforme a razón. Ca están aquellos polos fijos y quedos como ejes, donde se mueve y sostiene el cielo; allende que las cuatro señales susodichas, y a todos manifiestas, sirven para saber hacia cuál parte del cielo estamos, aprovecha también para entender a cuánto. El estrecho de Gibraltar, poniendo a España por ejemplo, está hacia el norte y a cincuenta y cuatro grados; o, mejor hablando, del punto de la tierra que está o puede estar debajo del mismo norte, que son novecientas y ochenta leguas, según común cuenta de cosmógrafos y matemáticos, y a treinta y seis grados de la Equinoccial, que es nuestra cuenta. Y por ser entendido de quien no sabe qué cosa es grados, quiero decir qué son.