POR COMPATIR UN ACONTECIMIENTO SINCRONÍSTICO, por su consejo editorial, por su provechosa información, por mecanografiar el manuscrito, por haber colaborado en la aparición de este libro, quiero dar las gracias a: David F. Brown, Lois Bullis, Marie Cantlon, Georgiana Cummunings, Tenita Deal, Mary Ivy Dekker, Kathleen Gauen, James Goodwin, Jean Hayes, Kay Hensley, Ann Hogle, Nancy Haugen, Chauncey Irving, Donna Koper, David Lombardi, Jr., Irene Peck, Linda Purrington, Sarah Rush, Cornelia Schulz, Nancy Scotton, Frederick Steele, Lynn Thomas, Judy Vibberts, Kimberley Wilkins, Carol Wolman, Jim Yandell.
Aunque soy la autora de este libro, también siento que he formado parte, como participante privilegiada, en un acontecimiento sincronístico. Desde el principio, concurrieron una serie de oportunas casualidades que, como las personas y los hechos, han facilitado y apoyado su creación y publicación. También confío en que este libro llegue a quien estaba destinado —sincronísticamente— y adondequiera que tenga que llegar.
Jean Bolen