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–¿Dónde está Anisio? —preguntó Axel, agitado, a una de las siervas del Gran Palacio.
—El rey Branford se sintió muy cansado y fue atacado por un ansia repentina de dormir profundamente, de la cual pidió no ser despertado…
Ese inexplicable sueño repentino no duraría mucho. Sólo lo suficiente.