25
–Madre, ¿dónde está João?
—Salió. Dijo que resolvería algunos… «pendientes».
María se calló, desconfiada. Y después concluyó:
—¿Salió llevando algo? Un palo… o una cadena… o…
—No, claro que no. ¿Qué es eso, hija mía? Parece que sólo cuidaría de algún animal herido o algo así…
—¿Por qué?
—Porque me pidió ataduras…