Bibliografía complementaria.

BIBLIOGRAFÍA COMPLEMENTARIA.

INTRODUCCIÓN

Existen dos introducciones muy razonables a los retos que acarrea escribir sobre historia antigua: Michael Crawford (a quien pertenece la cita que abre este libro) editó una contundente colección de ensayos en su libro Sources for Ancient History: Studies in the Uses of Historical Evidence (Cambridge, RU: Cambridge University Press, 1983); y David S. Potter en Literary Texts and the Roman Historian (Londres: Routledge, 1999) (de donde procede la cita final) nos ofrece unas claras directrices para interpretar las pruebas históricas. Roman Social History, de Susan Treggiari (Londres: Routledge, 2002), contiene un excelente estudio sobre cómo evaluar y utilizar las fuentes, especialmente en lo relativo a la historia social. Work, Identity, and Legal Status at Rome: A Study of the Occupational Inscriptions (Norman, OK: Oklahoma University Press, 1992), pp. 3-15, de Sandra Joshel, trata de manera excepcionalmente adecuada los problemas que conlleva estudiar a los romanos invisibles a partir de la literatura, la epigrafía y otras fuentes; vale mucho la pena leer este libro en su totalidad.

CAPÍTULO 1

Entre las obras que tratan con cierto éxito sobre los hombres corrientes desde un punto de vista alejado de la elite, cabe citar los ensayos The Romans, ed. Andrea Giardina, trad. L. G. Cochrane (Chicago: University of Chicago Press, 1993) [El hombre romano, Madrid, Alianza, 1991, traducción de Jimena Castaño Vejarano, Juan Antonio Matesanz y Fernando Quesada Sanz], y «The Roman Empire», de Paul Veyne, incluido en A History of Private Life, Volume 1: From Pagan Rome to Byzantium, ed. Paul Veyne, trad. Arthur Goldhammer (Cambridge, MA: Harvard University Press, 1987), pp. 5-234. The Roman Empire: Economy, Society, and Culture, de Peter Garnsey y Richard Saller (Berkeley: University of California Press, 1987 )[El imperio romano: economía, sociedad y cultura, Barcelona, Crítica, 1991, traducción de Jordi Beltrán], continúa siendo una excelente breve introducción al periodo que nos ocupa; Roman Social Relations, de Ramsay MacMullen (New Haven: Yale University Press, 1974), así como el resto de los trabajos de MacMullen, proporcionan información interesante; The Culture of the Roman Plebs, de Nicholas Horsfall (Londres: Duckworth, 2003), es estimulante, si bien un tanto idiosincrática.

Para saber más sobre los inicios del cristianismo y sobre los primeros cristianos, véase Bruce J. Malina, The New Testament World (Louisville: Westminster John Knox Press, 2001), y Wayne Meeks, The First Urban Christians, 2.ª ed. (New Haven: Yale University Press, 2003). Popular Morality in the Early Roman Empire de Teresa Morgan (Cambridge: Cambridge University Press, 2007) y Spirits of the Dead: Roman Funerary Commemoration in Western Europe (Oxford: Oxford University Press, 2006), de Maureen Carroll, obras pioneras sobre el tratamiento de la epigrafía como una valiosa fuente de la que extraer datos sobre la vida de la gente corriente, juntas nos proporcionan el contexto para conocer su manera de pensar.

En cuanto a la magia, véase Georg Luck, Arcana Mundi: Magic and the Occult in the Greco-Roman World (Baltimore: Johns Hopkins University Press, 1985), y Matthew W. Dickie, Magic and Magicians in the Greco-Roman World (Londres: Routledge, 2001); y sobre tablillas de maldiciones, John G. Gager, Curse Tablets and Binding Spells from the Ancient World (Oxford: Oxford University Press, 1992). Sobre astrología, véase Ramsay MacMullen, «Social History in Astrology», Ancient Society 2 (1971), pp. 104-16; y sobre sueños, Arthur Pomeroy, «Status Anxiety in the Greco-Roman Dream Books», Ancient Society 22 (1991), pp. 51-74; en cuanto a asociaciones, véase Philip A. Harland, Associations, Synagogues, and Congregation: Claiming a Place in Mediterranean Society (Minneapolis: Fortress Press, 2003); sobre la vida de la calle véase Barbara Kellum, «The Spectacle of the Street», en The Art of Ancient Spectacle, ed. Bettina Bergmann y Christine Kondoleon (New Haven: Yale University Press, 1999), pp. 283-99; en cuanto al derecho, véase J. A. Crook, Law and Life of Rome (Ithaca: Cornell University Press, 1967).

CAPÍTULO 2

Las siguientes sugerencias amplifican la imagen de la mujer en el mundo grecorromano. Como siempre, la mayoría de referencias ponen de relieve a las mujeres pertenecientes a la elite, pero, en algunas ocasiones, las mujeres corrientes son el centro de atención, y en todas ellas hay referencias a diversos aspectos de las vidas y actitudes de dichas mujeres. Sarah Pomeroy situó el estudio de las mujeres griegas y romanas en el centro de interés a principios del siglo XX con su muy amena y fidedigna obra Goddesses, Whores, Wives, and Slaves: Woman in Classical Antiquity (Nueva York: Schocken, 1984; reeditada con un nuevo prólogo y bibliografía adicional, 1995) [Diosas, rameras, esposas y esclavas: mujeres en la Antigüedad Clásica, Madrid, Akal, 1990, traducción de Ricardo Lezcano Escudero]. Su tratamiento del material es muy erudito a la vez que accesible, e importante para un amplio número de lectores. Para un tratamiento reciente, más modesto aunque sólido, tenemos Roman Women de Eve D’Ambra (Cambridge, RU: Cambridge University Press, 2007). Women in Roman Law & Society de Jane F. Gardner (Bloomington: Indiana University Press, 1991) hace una aproximación más formalista, pero que contiene gran cantidad de información útil. Respecto a la Antigüedad Tardía (periodo que sigue sobre todo al tratado en este libro), Gillian Clark ofrece una excelente perspectiva general en su libro Women in Late Antiquity: Pagan and Christian Lifestyles (Oxford: Clarendon Press, 1993). Los libros de consulta son un recurso muy útil para conocer las pruebas disponibles. Quiero mencionar especialmente The Roman Household: A Sourcebook, de Jane F. Gardner y Thomas Wiedemann (Londres: Routledge, 1991); Women’s Life in Greece and Rome: A Source Book in Translation, de Mary R. Lefkowitz y Maureen B. Fant (Baltimore: Johns Hopkins University Press, 1992); Women in the Classical World: Image and Text, ed. Elaine Fantham et al. (Nueva York: Oxford University Press, 1994); y Reading Roman Women: Sources, Genres, and Real Life, de Suzanne Dixon (Londres: Duckworth, 2001). Sobre la condición legal de las mujeres véase Judith Evans Grubbs, Women and the Law in the Roman Empire: A Sourcebook on Marriage, Divorce, and Widowhood (Londres: Routledge, 2002). Existen numerosas recopilaciones de ensayos, especialmente estudios históricos sobre arte y literatura, que, a pesar de centrarse habitualmente en temas relativos a la elite, a menudo contienen información importante sobre las mujeres corrientes. Women’s History and Ancient History, ed. Sarah B. Pomeroy (Chapel Hill: University of North Carolina Press, 1991), destaca especialmente, así como Women and Slaves in Greco-Roman Culture: Differential Equations, ed. Sandra R. Joshel y Sheila Murnaghan (Londres y Nueva York: Routledge, 1998), por el interés que suscitan sus capítulos sobre las «invisibles».

Los estudios concretos contribuyen a ampliar el contexto. La bibliografía de las obras citadas nos conduce a otras muchas interesantes. He utilizado buena parte de material procedente de Egipto; varios estudios excelentes han recurrido a los papiros permitiendo que ello sea así. Mencionaré especialmente Women and Society in Greek and Roman Egypt: A Sourcebook, ed. Jane Rowlandson (Cambridge, RU: Cambridge University Press, 1998). La obra de Roger Bagnall también es muy valiosa: Roger S. Bagnall y Bruce W. Frier, The Demography of Roman Egypt (Cambridge, RU: Cambridge University Press, 1994), y Roger S. Bagnall y Raffaella Cribiore, con aportaciones de Evie Ahtaridis, Women’s Letters from Ancient Egypt, 300 BC-AD 800 (Ann Arbor: University of Michigan Press, 2006). Los estudios sobre aspectos específicos de las vidas de las mujeres corrientes son bastante poco habituales. No obstante, «Lower Class Women in the Roman Economy», de Susan Treggiari, Florilegium 1 (1979), pp. 65-86 y «Jobs for Women», American Journal of Ancient History 1 (1976), pp. 76-104 son excepcionales, igual que las numerosas contribuciones de Natalie Boymel Kampen sobre ver (y ser incapaces de ver) a las mujeres corrientes en el arte: Image and Status: Roman Working Women in Ostia (Berlín: Gebr. Mann Verlag, 1981); «Material Girl: Feminist Confrontations with Roman Art», Arethusa 27 (1994), pp. 111-37; y «Social Status and Gender in Roman Art: The Case of the Saleswoman», en Eve D’Ambra, Roman Art in Context: An Anthology (Englewood Cliffs, NJ: Prentice Hall, 1993), pp. 115-32. Beryl Rawson toca el tema de las mujeres corrientes en «Family Life among the Lower Classes at Rome in the First Two Centuries of the Empire», Classical Philology 61 (1966), pp. 71-83, así como Walter Scheidel en «The Most Silent Women of Greece and Rome: Rural Labor and Women’s Life in the Ancient World», Greece and Rome 42 (1995), pp. 202-17. También tiene cierto interés John R. Clarke, Art in the Lives of Ordinary Romans: Visual Representation and Non-Elite Viewers in Italy, 100 B. C.-A. D. 315 (Berkeley y Los Ángeles: University of California Press, 2003).

No he recurrido demasiado a material puramente arqueológico, obras como Pompeian Households: An Analysis of the Material Culture, de Penelope M. Allison (Los Ángeles: Cotsen Institute of Archaeology, UCLA, Monograph 42, 2004), y Women in Roman Britain, 2.ª ed. (York: Council for British Archaeology, 2005) y Daily Life in Roman Britain (Westport, CT: Greenwood, 2008) de Lindsay Allason-Jones, apuntan las posibilidades de este material, que seguramente merecería un estudio en profundidad. Los estudios sobre la familia y el hogar a menudo hacen referencia a las vidas de las mujeres corrientes: K. R. Bradley, Discovering the Roman Family: Studies in Roman Social History (Nueva York: Oxford University Press, 1991); Suzanne Dixon, The Roman Family (Baltimore: Johns Hopkins University Press, 1992); y Jane F. Gardner, Family and Familia in Roman Law and Life (Oxford: Clarendon Press, 1998).

Sobre la maternidad y la familia véase Suzanne Dixon, The Roman Mother (Londres: Routledge, 1988, 1990); Beryl Rawson, Marriage, Divorce, and Children in Ancient Rome (Oxford: Clarendon Press, 1991); y Susan Treggiari, Roman Marriage: Iusti Coninges from the Time of Cicero to the Time of Ulpian (Oxford: Clarendon Press, 1991). Menciono únicamente unos pocos artículos que tocan temas concretos; hay muchos más que pueden encontrarse en bibliografías. Sobre sexo, véase Suzanne Dixon, «Sex and the Married Woman in Ancient Rome», en Early Christian Families in Context: An Interdisciplinary Dialogue, ed. David L. Balch y Carolyn Osiek (Grand Rapids: W. B. Eerdmans, 2003), pp. 111-29; sobre contracepción y aborto véase J. M. Riddle, Contraception and Abortion from the Ancient World to the Renaissance (Cambridge: Harvard University Press, 1992), y E. Eyben, «Family Planning in GraecoRoman Antiquity», Ancient Society 11/12 (1980/1), pp. 5-82; sobre el abandono de niños véase William V. Harris, «Child Exposure in the Roman Empire», Journal of Roman Studies 84 (1994), pp. 1-22; sobre las viudas, véase P. Walcot, «On Widows and their Reputation in Antiquity», Symbolae Osloenses 66 (1991), pp. 5-26. Sobre las mujeres en los primeros tiempos del cristianismo resultan especialmente interesantes Patricia Cox Miller, Women in Early Christianity: Translations from Greek Texts (Washington, DC: Catholic University of America Press, 2005); Gillian Clark, Women in Late Antiquity: Pagan and Christian Lifestyles (Oxford: Oxford University Press, 1993); Margaret Y. MacDonald, «Reading Real Women through the Undisputed Letters of Paul», en Women & Christian Origins, ed. Ross Shepard Kraemer y Mary Rose D’Angelo (Nueva York: Oxford University Press, 1999), pp. 199-220; y Patricia Clark, «Women, Slaves and the Hierarchies of Domestic Violence: The Family of St. Augustine», en Women and Slaves in Greco-Roman Culture: Differential Equations, ed. Sheila Murnaghan y Sandra R. Joshel (Londres y Nueva York: Routledge, 1998), pp. 109-29.

El material comparativo brasileño mencionado puede encontrarse en Mary C. Karasch, Slave Life in Rio de Janeiro, 1808-1850 (Princeton: Princeton University Press, 1987).

CAPÍTULO 3

La obra fundamental ha sido durante mucho tiempo Wohltätigkeit und Armensflege in vorchristlichen Altertum, de H. Bolkenstein (Utrecht, 1939), profusamente citada por A. R. Hands en Charities and Social Aid in Greece and Rome (Ithaca, 1968). Ahora contamos también con Marcus Prell, Sozialökonomische Untersuchungen zur Armut im antiken Rome: Von den Gracchen bis Kaiser Diokletian (Stuttgart: F. Steiner, 1997). Entre los estudios concretos podemos citar J. Kolendo, «The Peasant», en The Romans, ed. Andrea Giardina, trad. L. G. Cochrane (Chicago: University of Chicago Press, 1993), pp. 199-213; y en pp. 272-99 de la misma colección, C. R. Whittaker, «The Poor». El innovador trabajo de Teresa Morgan, Popular Morality in the Early Roman Empire (Cambridge, RU: Cambridge University Press, 2007) ofrece gran parte de la detallada información sobre fábulas y proverbios con la que he trabajado; la literatura popular griega se encuentra en Anthology of Ancient Greek Popular Literature, ed. William Hansen (Bloomington, IN: Indiana University Press, 1998); las fábulas en Babrio y Fedro, ed. y trad. con comentarios de B. E. Perry (Cambridge, MA: Harvard University Press, 1975) [Fábulas de Esopo. Vida de Esopo. Fábulas de Babrio, Madrid, Gredos, 1978, traducción de P. Bádenas de la Peña y J. López Facal].

Las obras comparativas del mundo antiguo incluyen a Thomas W. Gallant, Risk and Survival in Ancient Greece: Reconstructing the Rural Domestic Economy (Stanford, CA: Stanford University Press, 1991); G. E. M. de Ste. Croix, The Class Struggle in the Ancient Greek World from the Archaic Age to the Arab Conquest (Ithaca, NY: Cornell University Press, 1981) [La lucha de clases en el mundo griego antiguo, Barcelona, Crítica, 1988, traducción de Teófilo de Lozoya]; y G. Hamel, Poverty and Charity in Roman Palestine, First Three Centuries C. E. (Berkeley: University of California Press, 1990). Más interés desde el punto de vista comparativo tienen Bronislaw Geremek, Poverty: A History, trad. Agnieszka Kolakowska (Oxford: Oxford University Press, 1994); Eric R. Wolf, Peasants (Englewood Cliffs, NJ: Prentice-Hall, 1966); y G. Sjoberg, The Preindustrial City, Past and Present (Nueva York: The Free Press, 1960). A lo largo de mi estudio me he beneficiado de las fértiles ideas de James C. Scott, Weapons of the Weak: Everyday Forms of Peasant Resistance (New Haven, CT: Yale University Press, 1985).

CAPÍTULO 4

Hay muchas obras valiosas sobre la esclavitud grecorromana. Las fundamentales son Thomas E. J. Wiedemann, Greek and Roman Slavery: A Sourcebook (Baltimore: Routledge, 1990), y los numerosos trabajos de Keith Bradley, como Slaves and Masters in the Roman Empire (Nueva York y Oxford: Oxford University Press, 1987); Slavery and Rebellion in the Roman World, 140 BC-70 BC (Bloomington: Indiana University Press, 1989); y Slavery and Society at Rome (Cambridge, RU: Cambridge University Press, 1994), todos los cuales aportan mucha más bibliografía. Véase también el excelente estudio realizado por Sandra Joshel, Slavery in the Roman World (Nueva York: Cambridge University Press, 2010). La obra de M. I. Finley Ancient Slavery and Modern Ideology con un nuevo prólogo de Brent D. Shawn (Princeton: Markus Wiener, 1998) sigue teniendo gran importancia [Esclavitud antigua e ideología moderna, Barcelona, Crítica, 1982, traducción de Antonio Prometeo-Moya]. Un breve estudio general lo encontramos en «The Slave», de Yvon Thébert en The Romans, ed. Andrea Giardina, trad. L. G. Cochrane (Chicago: University of Chicago Press, 1993), pp. 138-174. Slavery in Early Christianity de Jennifer A. Glancy (Oxford: Oxford University Press, 2002) contiene muchas observaciones interesantes; la obra de Sandra Joshel, Identity, and Legal Status at Rome (Norman, OK: University of Oklahoma Press, 1992) situó los estudios en una nueva dirección. Weapons of the Weak: Everyday Forms of Peasant Resistance, de James Scott (New Haven, CT: Yale University Press, 1985) resulta estimulante a la hora de tratar la resistencia y sus personificaciones, y sus observaciones acerca de los campesinos son de gran ayuda para comprender las vidas de los esclavos.

Sobre arqueología, véase F. H. Thompson, The Archaeology of Greek and Roman Slavery (Londres: Duckworth, 2003). Sobre el material comparativo en Estados Unidos, el trabajo de Blassingame The Slave Community: Plantation Life in the Antebellum South (Oxford: Oxford University Press, 1979) recopila adecuadamente mucha información, así como la obra de Mary C. Karasch Slave Life in Rio de Janeiro, 1808-1850 (Princeton: Princeton University Press, 1987) sobre Brasil; «Less Beloved: Roman Archaeology, Slavery and the Failure to Compare», de Jane Webster, Archaeological Dialogues 15 (2008), pp. 103-23, hace una crítica de las pruebas arqueológicas y comparativas. Peter Garnsey, en Ideas of Slavery from Aristotle to Augustine (Cambridge, RU: Cambridge University Press, 1996) estudia la concepción de la esclavitud por parte de la elite, mientras que Slavery and the Roman Literary Imagination, de William Fitzgerald (Cambridge, RU: Cambridge University Press, 2000) resulta más ilustrativa en cuanto a la utilización por parte de la elite de la esclavitud en la literatura. The Invention of Ancient Slavery?, de Niall McKeown (Londres: Duckworth, 2007), es un fascinante análisis de diversos enfoques realizados por expertos modernos sobre la esclavitud grecorromana; muestra hasta qué punto un estudio sobre el tema viene determinado por la predisposición del autor.

En cuanto a artículos, «Novel Evidence for Roman Slavery», Past and Present 138 (1993), pp. 3-27, de Keith Hopkins da notoriedad a la Vida de Esopo como testimonio de la esclavitud; «Animalizing the Slave: The Truth of Fiction», de Keith Bradley, Journal of Roman Studies 90 (2000), pp. 110-125, ayuda a comprender la utilización de la ficción para saber más sobre los esclavos. «The Family of St. Augustine», de Patricia Clark, en Women and Slaves in Greco-Roman Culture: Differential Equations, ed. Sandra R. Joshel y Sheila Murnaghan (Londres: Routledge, 1998), pp. 109-129, describe la familia desestructurada de san Agustín, incluyendo interacciones con esclavos; material tardío, pero aun así relevante sobre Egipto puede encontrarse en Roger S. Bagnall, «Slavery and Society in Late Roman Egypt», en Law, Politics and Society in the Ancient Mediterranean World, ed. B. Halpern y D. Hobson (Sheffield, RU: Sheffield Academic Press, 1993), pp. 220-240.

CAPÍTULO 5

El tratamiento más exhaustivo sobre los libertos y la expresión del punto de vista mediatizado por la opinión de la elite se encuentra en A. M. Duff, Freedmen in the Early Roman Empire (Oxford: Oxford University Press, 1928); para un análisis sucinto, véase Jean Andreau, «The Freedman», en The Romans, ed. Andrea Giardina, trad. L. G. Cochrane (Chicago: University of Chicago Press, 1993), pp. 175-198. Work, Identity, and Legal Status at Rome: A Study of the Occupational Inscriptions, de Sandra Joshel (Norman, OK: University of Oklahoma Press, 1992), es una obra fundamental para analizar la perspectiva sesgada; «Freedmen and Decurions: Epitaphs and Social History in Imperial Italy», de H. Mouritsen, Journal of Roman Studies 95 (2005), pp. 38-63, advierte también contra esa visión tradicional; véase su trabajo The Freedman in the Roman World (Cambridge, RU: Cambridge University Press, 2011), que apareció demasiado tarde para poder ser utilizado en la redacción de este libro.

Sobre aspectos de los libertos imperiales excluidos de este ensayo, véase Paul Weaver, Familia Caesaris: A Study of the Emperor’s Freedmen and Slaves (Cambridge, RU: Cambridge University Press, 1972). Sobre cuestiones demográficas resultan muy fiables los trabajos de W. Scheidel; los ensayos de Peter Garnsey, especialmente «Independent Freedmen and the Economy of Roman Italy under the Principate», Klio 63 (1981), pp. 359-371, son siempre edificantes. Sobre «arte liberto» véase el interesante estudio de Lauren Hackworth Petersen en The Freedman in Roman Art and Art History (Cambridge, RU: Cambridge University Press, 2006). El material comparativo brasileño procede de Mary C. Karasch, Slave Life in Rio de Janeiro,1808-1850 (Princeton: Princeton University Press, 1987).

CAPÍTULO 6

Resulta aquí apropiado rendir homenaje a Ramsay MacMullen, quien con su obra fechada en 1963 Soldier and Civilian in the Later Roman Empire (Cambridge, MA: Harvard University Press) sentó las bases para considerar a los soldados como algo más que una simple pieza en la maquinaria militar, a los que valía la pena estudiar también como un fenómeno social. Estudios generales interesantes en los que se considera a los soldados corrientes personas reales, pueden encontrarse en J. M. Carrié, «The Soldier», en The Romans, ed. Andrea Giardina, trad. L. G. Cochrane (Chicago: University of Chicago Press, 1993), pp. 100-137, y en B. A. Campbell, War and Society in Imperial Rome,31 BC-AD 284 (Londres: Routledge, 2002), pp. 25-46 y 77-105. Soldier and Society in Roman Egypt: A Social History, de R. Alston (Londres: Routledge, 1995), está repleto de interesante material de Egipto que puede aplicarse más ampliamente; Roman Military Service: Ideologies of Discipline in the Late Republic and Early Principate, de Sara Elise Phang (Nueva York: Cambridge University Press, 2008), aporta gran cantidad de datos. B. A. Campbell, The Roman Army, 31 BC-AD 337: A Sourcebook (Londres: Routledge, 1994), recopila y traduce fuentes fundamentales.

Para datos demográficos véase Walter Scheidel, «Marriage, Families, and Survival», en The Blackwell Companion to the Roman Army, ed. Paul Erdkamp (Oxford: Blackwell, 2007), pp. 417-434; y para saber mucho más sobre matrimonio, sexo y vida familiar, véase Sara Elise Phang, The Marriage of Roman Soldiers (13 BC-AD 235): Law and Family in the Imperial Army, Columbia Studies in the Classical Tradition 24 (Leiden: Brill, 2001).

CAPÍTULO 7

La forma más directa de acceder al material más detallado y exhaustivo sobre la prostitución en el mundo grecorromano es recurrir a los numerosos trabajos de Thomas A. McGinn: Prostitution, Sexuality, and the Law in Ancient Rome (Oxford: Oxford University Press, 1998); The Economy of Prostitution in the Roman Empire (Ann Arbor: University of Michigan Press, 2004); y, próximamente, Roman Prostitution. La obra de Rebecca Fleming «Quae corpore quaestum facit» [“La que gana dinero con su cuerpo”]: «The Sexual Economy of Female Prostitution in the Roman Empire», Journal of Roman Studies 89 (1999), pp. 38-61, es también fundamental. Estudios más breves los encontramos en Jane F. Gardner, Women in Roman Law and Society (Bloomington: Indiana University Press, 1986), y Sarah B. Pomeroy, Goddesses, Whores, Wives, and Slaves: Women in Classical Antiquity (Nueva York: Schocken, 1975), que presenta un contexto del mundo clásico más general.

Sobre la no existencia de prostitutas sagradas, véase Stephanie Budin, The Myth of Sacred Prostitution in Antiquity (Cambridge, RU: Cambridge University Press, 2008). John R. Clarke maneja hábilmente las pruebas aportadas por las obras de arte para estudiar las actitudes de los romanos frente al sexo (y muchas otras cosas en la vida de la gente corriente); entre sus muchas obras, véase especialmente Looking at Lovemaking: Constructions of Sexuality in Roman Art 100 B. C.-A. D. 250 (Berkeley: University of California Press, 1998); Looking at Laughter: Humor, Power, and Transgression in Roman Visual Culture, 100 B. C.-A. D. 250 (Berkeley: University of California Press, 2007); y Art in the Lives of Ordinary Romans: Visual Representation and the Non-Elite Viewers in Italy, 100 B. C.-A. D. 315 (Berkeley: University of California Press, 2003); más superficial es su Roman Sex (Nueva York: Harry N. Abrams, 2003).

Para información médica, véase Mirko D. Grmek, Diseases in the Ancient Greek World, trad. Mireille Muellner y Leonard Muellner (Baltimore: Johns Hopkins University Press, 1989), pp. 132-51; sobre contracepción y aborto, véase Plinio Prioreschi, «Contraception and Abortion in the Greco-Roman World », Vesalius 1 (1995), pp. 77-87. El material egipcio citado proviene de Women and Society in Greek and Roman Egypt: A Sourcebook, ed. Jane Rowlandson (Cambridge, RU: Cambridge University Press, 1998).

CAPÍTULO 8

Nunca ha escaseado el material sobre los gladiadores. Todas las obras recientes se remontan fundamentalmente a dos estudios franceses de mediados de siglo, los cuales recopilan la mayor parte de la documentación básica: Louis Robert , Les gladiateurs dans l’Orient grec (Bibliothèque de l’École des Hautes Études, Ive section, Sciences historiques et philologiques fasc. 278, París: Champion, 1940), y George Ville, La gladiature en occident des origines à la mort de Domitien (Roma: École Française de Rome, 1981; escrito en su mayor parte antes de 1967). Entre los mejores trabajos de los últimos veinte años destacan Thomas Wiedemann, Emperors and Gladiators (Londres: Routledge, 1992); D. S. Potter y D. J. Mattingly, Life, Death, and Entertainment in the Roman Empire (Ann Arbor: University of Michigan Press, 1999); Alison Futrell , Blood in the Arena: The Spectacle of Roman Power (Austin: University of Texas Press, 1997); Donald G. Kyle, Spectacles of Death in Ancient Rome (Londres: Routledge, 1998); y nuevamente Alison Futrell, The Roman Games: A Sourcebook, Blackwell Sourcebooks in Ancient History (Oxford: Blackwell, 2005).

Para lectores interesados en conocer lo que han revelado los últimos veinte años en cuanto al significado cultural posmoderno del ruedo y sus protagonistas —un aspecto de los juegos que no ha sido tratado aquí—, estos libros constituyen una bibliografía útil en ese sentido. De los muchos artículos sobre gladiadores, dos de Valerie Hope resultan especialmente valiosos: «Negotiating Identity and Status: The Gladiators of Roman Nîmes», en Cultural Identity in the Roman Empire, ed. J. Berry y R. Laurence (Londres: Routledge, 1998), pp. 179-195, y «Fighting for Identity: The Funerary Commemoration of Italian Gladiators», en The Epigraphic Landscape of Roman Italy,Bulletin of the Institute of Classical Studies Supplement 73 (2000), ed. A. E. Cooley, pp. 93-113. Sobre mujeres gladiadoras, es indispensable «Les femmes gladiateurs: examen du dossier», de Dominique Briquel, Ktema 17 (1992), pp. 47-53, mientras que en A. McCullough, «Female Gladiators in Imperial Rome: Literary Context and Historical Fact», Classical World 101 (2008), pp. 197-209, puede encontrarse un resumen en inglés del material.

CAPÍTULO 9

Las mejores introducciones breves sobre los bandidos son las de Brent Shawn, «The Bandit», en The Romans, ed. Andrea Giardina, trad. L. G. Cochrane (Chicago: Chicago University Press, 1993), pp. 300-341, y su «Outlaws, Aliens and Outcasts», en The Cambridge Ancient History, 2.ª ed. vol. 11, ed. A. K. Bowman et al. (Cambridge, RU: Cambridge University Press, 2000), pp. 382405. Werner Riess, Apuleius und die Räuber: Ein Beitrag zur historischen Kriminalitätsforschung (Stuttgart: Heidelberger Althistorische Beiträge und Epigraphische Studien 35, 2001) plantea en detalle los argumentos para poder ver a bandidos «reales» en la historia grecorromana; su «Between Fiction and Reality: Robbers in Apuleius’ Golden Ass», Ancient Narrative 1 (2000-2001), pp. 260-282, es un resumen en inglés de sus argumentos fundamentales. El trabajo de Thomas Grünewald Bandits in the Roman Empire: Myth and Reality (Londres y Nueva York: Routledge, 1999) niega la capacidad de ver a los bandidos «reales» y sostiene que sólo podemos extraer un «mito» de la Antigüedad.

Sobre la piratería en particular, Piracy in the Graeco-Roman World, de P. de Souza (Cambridge RU: Cambridge University Press, 1999) es una buena introducción al tema. Para un tratamiento más imaginativo de la vida pirata, véase Nicholas K. Rauh, Merchants, Sailors and Pirates in the Roman World (Charleston, SC: Tempest Publishing, 2003). Una visión pionera de los fuera de la ley como fenómeno social aparece en Ramsay MacMullen, Enemies of the Roman Order (Cambridge, MA: Harvard University Press, 1967); material comparativo sobre los bandidos en Eric Hobsbawm, The Bandit (Nueva York: Delacourt Press, 1969); y sobre los piratas, Marcus Rediker, Between the Devil and the Deep Blue Sea: Merchant Seamen, Pirates and the Anglo-American Maritime World,1700-1750 (Cambridge, RU: Cambridge University Press, 1989), capítulo 6: «The Seaman as Pirate: Plunder and Social Banditry at Sea», pp. 254-287. Los romances pueden consultarse en Collected Ancient Greek Novels, ed. B. P. Reardon et al. (Berkeley: University of California Press, 1989).

FUENTES

Sobre Luciano, véase C. P. Jones, Culture and Society in Lucian (Cambridge, MA: Harvard University Press, 1986); sobre el Moretum, William Fitzgerald, «Labor and Laborer in Latin Poetry: The Case of the Moretum», Arethusa 29 (1996), pp. 389-418; sobre Apuleyo, F. Millar, «The World of The Golden Ass», Journal of Roman Studies 71 (1981), pp. 63-75, y William Fitzgerald, Slavery and the Roman Literary Imagination (Cambridge, RU: Cambridge University Press, 2000); sobre Esopo, Keith Hopkins, «Novel Evidence for Roman Slavery», Past and Present 138 (1993), pp. 3-27; sobre el prudente recurso a Petronio como fuente, John H. D’Arms, Commerce and Social Standing in Ancient Rome (Cambridge, MA: Harvard University Press, 1981); sobre material jurídico, J. A. Crook, Law and Life of Rome (Londres: Thames & Hudson, 1967), y O. F. Robinson, The Sources of Roman Law (Londres: Routledge, 1997).

Las fuentes de la moralidad popular se encuentran ahora disponibles en la excelente obra de Teresa Morgan Popular Morality in the Early Roman Empire (Oxford: Oxford University Press, 2007). Artemidoro es más asequible en The Interpretation of Dreams: Oneirocritica by Artemidorus, trad. y comentarios de Robert J. White (Park Ridge, NJ: Noyes Press, 1975); a Doroteo de Sidón lo encontramos en el Carmen Astrologicum, trad. David Pingree (Múnich: K. G. Saur, 1976); los papiros mágicos en H. D. Betz et al., The Greek Magical Papyri in Translation: Including the Demotic Texts (Chicago: University of Chicago Press, 1986). Información sobre contexto del Nuevo Testamento la encontramos en A. N. Sherwin-White, Roman Society and Roman Law in the New Testament (Oxford: Oxford University Press, 1963), y para obtener una perspectiva antropológica y sociológica, véase P. F. Esler, The First Christians and Their Social Worlds (Londres: Routledge, 1994).

Para una excelente introducción de lo que nos puede aportar la epigrafía, véase Epigraphic Evidence: Ancient History from Inscriptions, ed. J. Bodel (Londres: Routledge, 2001) y el extraordinario estudio de Maureen Carroll, Spirits of the Dead: Roman Funerary Commemoration in Western Europe (Oxford: Clarendon Press, 2006). Roger Bagnall ha escrito una nítida introducción al uso de papiros como fuente de datos: Reading Papyri, Writing Ancient History (Londres: Routledge, 1995). Sobre sueños, véase Arthur Pomeroy, «Status and Status-Concern in the Greco-Roman Dream Books », Ancient Society 22 (1991), pp. 51-74. Para la utilización del arte como prueba, hay que acudir en primer lugar a T. Hölscher, The Language of Images in Roman Art (Cambridge, RU: Cambridge University Press, 2004; original alemán, 1987) y John R. Clarke, Art in the Lives of Ordinary Romans: Visual Representation and NonElite Viewers in Italy, 100 B. C.-A. D. 315 (Berkeley y Los Ángeles: University of California Press, 2003).