—¿Esta vez ha sido mejor? —preguntaste.
—Se supone que duele —respondí.
—Lo sé —dijiste, y pusiste ambas manos sobre mi cuerpo—. Aunque supongo que lo que quiero saber es ¿qué se siente?
—Como si te metieras un pomelo entero en la boca.
—¿Quieres decir que entra justo?
—No —respondí—, quiero decir que no encaja. ¿Has intentado alguna vez meterte un pomelo entero en la boca?
Las risas fueron lo mejor.